En el 27 aniversario del asesinato del profesor Manuel Broseta, la fundación que lleva su nombre entregó ayer en el Palau de la Generalitat el premio Convivencia al rey Felipe VI por defender los valores constitucionales.

El monarca se dirigió al Saló de Corts lleno hasta la bandera pasadas las 12 del mediodía con un discurso que pivotó sobre dos conceptos: el 40 aniversario de la Constitución y la «frágil» convivencia que hay que cuidar. El respeto y el compromiso a la Carta Magna son «fundamentales» para la «paz social» y el «orden político» y señaló que son la fuerza que España necesita para enfrentar los retos de futuro.

Para defender la Constitución, Felipe VI recordó su última visita a València para presidir los Premios Jaume I, donde ya insistió en la idea de que un país «se construye cada día» y el trabajo de los últimos 40 años ha garantizado que los ciudadanos «desarrollen en libertad su personalidad, ejercer sus derechos y atender sus deberes».

En ese marco que ha garantizado la Constitución se ha podido desarrollar la convivencia, que para Felipe VI se fundamenta en la cohesión social y debe respetar las ideas y los derechos de los demás «en un contexto de diversidad y pluralismo». Recordó que es «frágil» y que requiere «que cuidemos en todo momento los vínculos que nos unen», señaló el rey en referencia al conflicto catalán. Todos subrayaron ayer su papel en este fenómeno.

Don Felipe inició su discurso en valenciano para recordar al profesor Broseta, «un hombre de Estado», agradeció el galardón donde hay mucho «de cariño y afecto», y recordó a los reyes eméritos, don Juan Carlos y doña Sofía, que también recibieron esta distinción.

Felipe González, Mijail Gorbachov o Adolfo Suárez son otras figuras que recogieron este premio. El ministro de Fomento José Luís Ábalos intervino en calidad de presidente del jurado y también recayó en la mención a la Constitución en un momento de «vicisitudes políticas» donde hay que hacer «pedagogía de la convivencia y el precio que tiene». El ministro no obvió las referencias a la extrema derecha, porque «la crispación y el extremismo detraen los recursos de esa caja común».

El recuerdo a Broseta estuvo en cada discurso y el presidente de la fundación, Vicente Garrido, recordó a su profesor y las «secuelas del pavor del terrorismo» de ETA que provocó su asesinato.

Podemos se ausenta

Todos los partidos estuvieron presentes a excepción de Podemos que alegó que los valores que la monarquía representa «no deben ser premiados». Sí asistió buena parte del Consell, incluida Mónica Oltra, y los síndics Isabel Bonig, Mari Carmen Sánchez y Manolo Mata; expresidentes como Francisco Camps o Joan Lerma y personalidades de la sociedad civil como Pedro Cavadas. A su despedida, en el Saló de Cortes del Palau se oyeron «vivas» al rey.