Hace un mes y medio que asumió la dirección de Nedgia Cegas. ¿Cuáles son las cifras de la empresa en estos momentos en cuanto a clientes y volumen de gas que distribuyen?

Nuestro trabajo como distribuidora es acercar el gas natural a los hogares y las empresas de la Comunidad y diría que lo estamos cumpliendo en un nivel alto. En estos momentos nuestra red ya cubre el 87% de las viviendas de la Comunidad Valenciana y contamos con 663.000 puntos de suministro, es decir, que hay 663.000 hogares y empresas que han contratado el gas natural, lo que supone 33.000 gigavatios / hora de consumo. Nos gusta recordar que esta cantidad supone un ahorro de 1,8 millones de toneladas de CO2 que se dejan de emitir a la atmósfera en comparación a si se usara otro combustible como el gasoil. En Alicante tenemos 124.000 puntos de suministro.

¿A cuántos municipios alcanza su red y qué nuevas inversiones hay previstas?

En la Comunidad tenemos 8.800 kilómetros de red que cubren cerca de 200 municipios y en la provincia de Alicante son 2.200 kilómetros, que acercan el gas a 39 ciudades. Ya estamos en Alicante, Elche, Torrevieja, Orihuela, Benidorm o Alcoy. Estamos ya en todas las comarcas y seguimos creciendo. Entre 2010 y 2017 hemos invertido 370 millones en la autonomía -137 millones en Alicante- y este año, por ejemplo, vamos a llegar a Finestrat, empezando por las urbanizaciones y a la zona de la Cala.

Suele venderse el gas natural como una energía barata, ¿tienen calculado que ahorro real se puede lograr?

Depende del tipo de combustible que utilices pero, por ejemplo, en el caso de un consumo doméstico para calefacción resulta entre un 25% y un 30% más barato que la electricidad y lo mismo si sustituyes el gasóleo. Pero a eso hay que unirle factores de confort, que es el poder contar con un suministro continuo, y también las ventajas medioambientales que tiene, que son muy importantes. Con el gas natural tienes la garantía de que estás mejorando la calidad del aire que respiras en tu ciudad (por la ausencia de emisiones de partículas en su combustión) y también contribuyes a luchar contra el cambio climático.

¿Cómo va la implantación del gas natural en el sector empresarial de la provincia? ¿Qué sectores son más consumidores?

Pues tenemos un grado de implantación muy alto en todos los sectores. Desde el textil o las jugueteras, hasta el mármol o el calzado, todas las industrias que requieren de demanda térmica para sus procesos utilizan mucho el gas natural. Y, por supuesto, la industria turística -la restauración y los hoteles- que nos utilizan tanto en las cocinas, como en los sistemas de climatización.

Una de las apuestas del grupo en estos momentos es el fomento del gas como combustible para el transporte. ¿Tienen previsto abrir alguna gasinera en Alicante dentro del plan que ha anunciado Naturgy?

Es una infraestructura que está en fase de desarrollo. En la Comunidad Valenciana sólo tenemos ocho gasineras -cuatro privadas y cuatro de acceso público- y sólo hay una en la provincia de Alicante, que está en San Isidro. A partir de aquí nosotros tenemos un plan que no sólo es iniciativa de la empresa, también responde a la existencia de una directiva europea que obliga a instalar gasineras en las ciudades que supe-ren un determinado tamaño y en todas las carreteras cada 150 kilómetros, y para eso se dotarán con fondos europeos diversos proyectos. Por nuestra parte, dentro del plan de Naturgy, en la primera fase está previsto instalar una gasinera en Alicante y estamos trabajando con cadenas para poder instalar otras. También creemos que a medida que aumente el uso del gas natural en las flotas de los servicios públicos se crearán instalaciones que podrían ser de uso público.

¿Cómo están aceptando los conductores este combustible?

Es verdad que estamos en ciernes. El crecimiento es lento pero sostenido y se ha basado mucho en los últimos años en las flotas del transporte público. Ahora está despegando el consumo particular, donde aún queda mucho recorrido. En Italia, por ejemplo, ya hay más de un millón de vehículos particulares que funcionan con gas. Por parte de los fabricantes hay una apuesta muy importante para poner sobre la mesa modelos con las mismas prestaciones que un vehículo de gasolina.

Ha citado el caso del transporte público, ¿se está adaptando al ritmo que debería?

Creo que debe hacerse un esfuerzo mayor por parte de las administraciones. Hay ciudades que ya tienen una implantación alta pero otras todavía no aunque lo importante es que cada vez hay más interés por incorporar el gas al transporte urbano o la flota de recogida de basuras. Las ventajas medioambientales son indudables porque te permite reducir todos los contaminantes locales: hay reducciones muy significativas de partículas, óxidos de azufre o nitrógeno, que son los que respiras y te afectan a la salud. Y desde el punto de cambio climático tienes una reducción del 30% del CO2. Eso son las ventajas medioambientales y, además, tienes las económicas. Los vehículos tienen un mantenimiento más reducido porque se ensucian menos y el combustible es más barato.

Otro de los puntos que quieren potenciar es el uso de gas renovable, que es el que procede del biogás. ¿Qué porcentaje de su suministro supone ya esta alternativa y cuál sería el objetivo?

Todavía estamos en la fase de analizar cuáles son todas las opciones que tenemos para inyectar este gas a las redes de distribución actuales. La directiva europea va a empujarnos a que se utilicen estos gases pero es algo que no sólo depende de nosotros, es una cuestión de política energética que España tiene que desarrollar. Por nuestra parte tenemos evaluado que podríamos llegar a 2030 con el 25% de todo nuestro consumo residencial con esta procedencia y ya estamos estudiando todas las opciones para producirlo y estar preparados.