Los responsables municipales son cada vez más conscientes de la necesidad de combatir los índices de contaminación que registran las ciudades como consecuencia del tráfico y para ello la única fórmula viable es la reducción del volumen de vehículos que circulan cada día por sus calles y el fomento del uso de tecnologías más limpias. Una receta que los consistorios también se aplican a sí mismos al exigir a sus concesionarias de transporte público o de recogida de residuos urbanos que un porcentaje cada vez mayor de su flota funcione con combustibles alternativos, entre los que el gas natural está tomando la delantera.

Así se puso de manifiesto ayer durante el desayuno informativo que organizaron INFORMACIÓN y Nedgia Cegas en las instalaciones del periódico bajo el título «La contribución del gas natural a la mejora de la calidad del aire», en el que se expuso la reducción de emisiones o el ahorro de costes que supone el uso de este carburante en ciudades como Madrid, donde el 62% de los autobuses ya circula con motores de gas.

En el acto, moderado por el director del Club INFORMACIÓN, Toni Cabot, participaron el alcalde de Alicante, Luis Barcala; su homólogo en Elche, Carlos González; el director del área de Transporte Urbano de Vectalia, Raúl Cantero; el gerente del área de Autobuses Urbanos de Scania Ibérica, Pedro Cotera; y el director general de Nedgia Cegas, Juan Manuel Belda.

Fue precisamente éste último el primero en abrir el debate para recordar que la combustión de gas natural no produce partículas sólidas, a diferencia de otros carburantes, y que también reduce considerablemente las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y óxido de nitrógeno, pero sobre todo incidió en que se trata de una tecnología «madura y competitiva», lista para ser utilizada de forma masiva. Una idea en la que también incidió el representante de Scania Ibérica, Pedro Cotera, quien, además, recordó que estamos en un momento «crucial» para poder detener el cambio climático.

En esta misma línea, el responsable de Transporte Urbano de Vectalia, Raúl Cantero, recordó que el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU ha alertado de que tenemos tan sólo 12 años para impedir que se alcance «el punto de no retorno» en el proceso de calentamiento global y que la contaminación causa la muerte prematura de más de siete millones de personas anualmente en todo el mundo, unas 25.000 en España. Ante esta situación, señaló que sólo quedan dos vías, según dijo, la de «cambiar la forma en que producimos la energía por otra menos contaminante», y la de fomentar el transporte público para reducir el número total de vehículos que circulan por la ciudad. «Si a eso se le suma el uso de combustibles menos contaminantes, tendremos el tándem perfecto», aseguró.

Soluciones locales

Por su parte, el alcalde de Elche, Carlos González, señaló que, aunque el cambio climático es un «problema global», también se tiene que atacar desde «el ámbito local». En este sentido, señaló que la proximidad al mar y la ausencia de grandes industrias pesadas hacen que la calidad del aire de la capital del Baix Vinalopó sea «razonablemente buena» y que «el 80% ó 90% de la contaminación proceda del tráfico». Por eso, el Consistorio ilicitano -que quiere que el municipio se convierta en la Capital Verde Europea en el año 2030- apuesta claramente por fomentar el transporte colectivo y que, además, este transporte colectivo «sea limpio».

Así, apuntó que en breve se empezarán a introducir «de forma paulatina» autobuses híbridos en la flota municipal, que registra más de 12 millones de viajeros anuales. Además, anunció que se está trabajando para que la nueva contrata de recogida de residuos para los próximos diez años incluya la obligación de que los vehículos utilizados abandonen el diésel y pasen a funcionar con Gas Natural. Unas medidas a las que también se suma la potenciación de la bicicleta o el fomentar que las empresas públicas, como Aigües d'Elx, también utilicen vehículos menos contaminantes.

También el primer edil de Alicante, Luis Barcala, insistió en la necesidad de actuar localmente contra el cambio climático y relató las medidas que ya ha empezado a adoptar su Ayuntamiento. Así, apuntó que entre febrero y marzo del próximo año se incorporarán a la flota de autobuses de la concesionaria municipal cuatro vehículos eléctricos y que la «apuesta será aún mayor» de cara a la nueva contrata, ya que la actual finaliza, precisamente, el próximo ejercicio. «La apuesta por una flota de vehículos limpios será esencial en el pliego y exigiremos un porcentaje muy grande de híbridos y de autobuses con combustibles no contaminante», señaló, sin dar más detalles.

Del mismo modo, Barcala también avanzó que espera aplicar estos mismos criterios medioambientales en la renovación de la maquinaria de la adjudicataria de la limpieza municipal, en la que se invertirán 4,5 millones de euros. En cuanto al transporte privado, el alcalde de Alicante abogó por incentivar la sustitución de aquellos automóviles más contaminantes y recordó que el Consistorio de la capital provincial ya tramita una reforma fiscal que incluirá rebajas para los vehículos con menos emisiones. Unos descuentos que, según apostilló más tarde Carlos González, también se aplican en Elche.

Doble ahorro

En este punto del debate, el director general de Nedgia Cegás, Juan Manuel Belda, recordó el papel que puede jugar el gas natural en toda esta estrategia contra el cambio climático y la contaminación del aire en las ciudades. Así, señaló que sólo los 33.000 gigavatios/ hora que la compañía suministra en Alicante ahorran al medio ambiente la emisión de 1,8 millones de toneladas de CO2. Además, en el caso concreto de su uso para el transporte, señaló que es la única tecnología limpia que puede usarse en todo tipo de distancias, tanto cortas como largas, al contrario de lo que todavía ocurre, por ejemplo, con los vehículos completamente eléctricos.

Igualmente, recordó el importante ahorro que supone su uso, ya que el gas natural resulta hasta un 30% más barato que el diésel, y hasta un 50% más barato que la gasolina. A todo esto, sumó el hecho de que el uso de este combustible disminuye hasta un 50% las vibraciones del motor, «lo que es muy valorado en servicios públicos como el de recogida de residuos», afirmó el ejecutivo, quien, no obstante, señaló que el futuro «seguramente pasará por una combinación de distintas tecnologías, dependiendo del uso que se le quiera dar».

Un análisis con el que coincidió el director de Transporte Urbano de Vectalia quien, eso sí, lamentó la falta de una planificación a largo plazo que permita apostar más decididamente por la renovación de la flota con criterios medioambientales. Así, denunció la inexistencia de una ley de financiación del transporte público que dé estabilidad al sector y permita una mayor inversión. También incidió en la falta de coordinación entre los distintos tipos de transporte público: «La intermodalidad sigue siendo un problema», aseguró Raúl Cantero.

Madrid, a la cabeza en uso del gas

En cuanto al mayor coste que pueden tener los vehículos a gas, el gerente del Área de Autobuses de Scania Ibérica, Pedro Cotera, señaló que «hay analizar todo el ciclo de vida» del mismo y que, por ejemplo, si se tienen en cuenta el menor coste del combustible o de las revisiones, «la diferencia puede amortizarse en un año y, a partir de ahí, son ganancias». Al respecto, Cotera insistió en que el gas natural ya es una tecnología completamente probada y puso como ejemplo la ciudad de Madrid, donde el 62% de la flota ya funciona con gas y en un plazo de dos años ese porcentaje subirá al 92%; o Sevilla, donde también se supera el 80%, según afirmó el ejecutivo de Scania, que fabrica este tipo de vehículos.

En esta misma línea, Juan Manuel Belda recordó que en Italia «ya hay más de un millón de automóviles que funcionan con gas», frente a los poco más de 8.500 de España, por lo que señaló que esta tecnología «tiene mucho recorrido por delante en nuestro país». Eso sí, reconoció que uno de los principales frenos para la popularización de este combustible, sobre todo entre los usuarios particulares, es la falta de puntos de repostaje, de «gasineras». Un problema del que son conscientes en la compañía, que tiene en marcha un plan para elevar su número, que incluirá la apertura de otro punto de suministro en la provincia, donde ya existe uno en San Isidro. Por otra parte, recordó que son varios los fabricantes de automóviles que han apostado por este combustible y ya producen muchos de sus modelos con esta tecnología.

Por su parte, el alcalde de Alicante pidió un mayor apoyo de la Administración a la investigación de estos combustibles alternativos, al tiempo que también recordó que el Consistorio también quiere fomentar el uso de energías limpias en los hogares con la bonificación de IBI. Del mismo modo, el primer edil de Elche, Carlos González, abogó por complementar las mejoras en el parque móvil con otro tipo de iniciativas, como las denominadas «infraestructuras verdes, es decir, la potenciación de zonas verdes que realicen la tarea de sumidero y absorbedor de la contaminación. Ambos responsables políticos también apostaron por fomentar el ferrocarril y coordinar iniciativas entre ambas ciudades.