La banca no quiere ni oir hablar de la posibilidad de tener que devolver a los clientes miles de millones de euros por el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados que se abona al constituir las hipotecas. Aunque en el sector parecen resignados a que a partir de ahora sean las entidades las que hagan frente a este tributo, de acuerdo con la sentencia emitida por el Supremo, lo que no están dispuestos a admitir es que la decisión se aplique con carácter retroactivo, con el elevado coste que esto supondría para sus cuentas.

Así, la temporada de presentación de resultados se está convirtiendo en un auténtico alegato de los bancos contra esta posibilidad -sobre la que deberá decidir el Alto Tribunal el próximo día 5- y, si el pasado jueves era la consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, la que arremetía contra esta posibilidad, ayer fueron sus homólogos en Banco Sabadell y CaixaBank, Jaume Guardiola y Gonzalo Gortázar, respectivamente, quienes dejaron claro su rechazo con argumentos casi calcados.

En realidad, fue el presidente del banco domiciliado en Alicante, Josep Oliu, el primero en referirse ayer al asunto, durante su participación en el II Encuentro Económico Asegurador organizado por la Mutualidad de la Abogacía y la agencia Europa Press. Con su habitual espontaneidad, Oliu señaló que la decisión del Supremo es un asunto «especialmente grave» y que espera que la sentencia, que «afortunadamente» fue suspendida, sea «reconsiderada». Unas palabras que, poco después, matizaba su número dos, Jaume Guardiola, en su comparecencia pública. Tras recordar que se trata de un dinero que no han recibido las entidades, sino que son las Administraciones autonómicas las que lo han cobrado, Guardiola recordó que los bancos se han limitado a cumplir con lo que estipulaba la normativa hasta este momento, de acuerdo con el reglamento de 1995 que desarrolla la Ley Tributaria. «Si ahora hay un cambio de criterio, debe aplicarse de aquí en adelante, pero no debe tener efectos retroactivos», señaló, a preguntas de los medios. Lo contrario, en su opinión, pondría en tela de juicio la «seguridad jurídica».

Unos argumentos que también utilizó Gonzalo Gortázar en su comparecencia para analizar los resultados de la entidad, donde dejó claro que, al igual que el Sabadell, no han registrado en sus cuentas ninguna dotación para hacer frente a las posibles devoluciones. «No vemos que tengamos que tener ningún perjuicio económico por este tema», apuntó el consejero delegado de CaixaBank. «Es difícil entender que se imponga una penalización por haber cumplido una norma», insistió.

Al respecto, tanto Guardiola, como Gortázar se esforzaron por dejar claro que este asunto nada tiene que ver con las cláusulas suelo u otras prácticas abusivas para el consumidor y que, por el contrario, las entidades han cumplido con la ley en todo momento.

Los costes

Los directivos de Sabadell y CaixaBank también dejaron claro que, aunque sea el banco quien abone el impuesto a partir de ahora, acabará siendo el cliente quien, de una forma u otra, acabará asumiendo el coste. El más claro fue Gortázar, quien reconoció que la entidad deberá «tener en cuenta todos los costes» a la hora de decidir el precio de sus créditos. Por su parte, Guardiola también acabó admitiendo lo mismo cuando intentaba negar que los préstamos se fueran a encarecer por esta causa. Así, al ser preguntado sobre si las hipotecas serán más costosas a partir de ahora, el consejero del Sabadell aseguró: «No. Lo lógico es que se trate de repercutir (el impuesto) pero, al final, el coste para el cliente será equivalente al actual». Eso sí, acto seguido recordó que todo dependerá de las ofertas que hagan las entidades.

Igualmente, ambas entidades también aseguraron que en estos momentos se tramitan las hipotecas previstas con normalidad.