Como no podía ser de otra forma, la sentencia del Supremo que atribuye a la banca el pago del Impuesto de Actos Jurídicos de las hipotecas se ha convertido en el tema estrella de la rueda de prensa que este viernes ha ofrecido el consejero delegado del Sabadell, Jaume Guardiola, para presentar los resultados del banco. En línea con lo manifestado por el resto del sector, el primer ejecutivo de la entidad domiciliada en Alicante ha mostrado la disposición del banco a acatar el fallo y aplicarlo "de aquí en adelante" pero se ha mostrado también rotundo al señalar que "no ve sentido a la retroatividad" del mismo, es decir, a que el sector deba devolver a los clientes el dinero que estos han pagado por este tributo con anterioridad.

Ya antes de la presentación de resultados, el presidente del Sabadell, Josep Oliu, había manifestado durante un foro su deseo de que el Supremo "reconsidere" su sentencia, que considera "especialmente grave", aunque no ha ido más allá. Así, ha sido su "número dos", Jaume Guardiola el que ha tenido que matizar la posición de la entidad.

En este sentido, Guardiola ha recordado que el pago del Impuesto de Actos Jurídicos Documentados por parte del cliente se fijó en un reglamento de la Ley Tributaria de 1995 y que hasta ahora todos los pronunciamientos del Supremo habían ido en esta misma línea. "Si ahora hay un cambio de criterio se deberá aplicar de aquí en adelante pero no debería tener efectos retroactivos", ha señalado el ejecutivo, quien ha insistido en que algo así amenazaría la "seguridad jurídica" del país ya que se haría pagar a los bancos por "cumplir escrupulosamente la ley".

En este sentido, Guardiola ha rechazado facilitar nigún tipo de cálculo sobre lo que supondría para el Sabadell una aplicación retroactiva del fallo y ha señalado que, de momento, la concesión de hipotecas se está tramitando con normalidad en sus sucursales, a la espera de la reunión del pleno de la Sala Contencioso-Administrativa del Supremo que debe aclarar la situación.

El cliente pagará

El consejero delegado del Sabadell ha reconocido que, en cualquier caso, si se obliga a la banca a pagar este impuesto "lo lógico es que se trate de repercutir" por lo que "para el cliente el coste (de las hipotecas) será equivalente". No obstante, también ha recordado que todo dependerá de las ofertas que decidan hacer las distintas entidades y no ha querido adelantar la política comercial que seguirá el banco.

Más allá de esto, Guardiola ha presentado los resultados del banco, que ha logrado unos beneficios de 247,8 millones de euros al cierre del tercer trimestre, un 62% menos que en el mismo periodo de 2017 debido al impacto de los costes extraordinarios que ha tenido que afrontar por los problemas informáticos de su filial británica, el TSB, y por las dotaciones que ha realizado tras la venta de las carteras de activos problemáticos del pasado mes de julio. Una operación que, eso sí, calcula que a partir de ahora generará unos ahorros anuales al banco de 153 millones de euros.

Por otra parte, también se ha referido al proceso de venta de su filial inmobiliaria, Solvia, también domiciliada en Alicante, donde ocupa a unos 400 trabajadores. Al respecto, ha justificado la decisión de desprenderse ahora de la compañía "por el apetito" que existe en el mercado, aunque también ha reconocido que la firma ha perdido valor estratégico para el banco, una vez que este ha limpiado su balance de la mayoría de activos problemáticos vinculados al ladrillo que tenía, muchos de ellos heredados de la CAM.

Igualmente, ha vuelto a defender la decisión de trasladar la sede del banco a Alicante de hace un año ya que logró revertir la fuga de depósitos. Eso sí, no ha querido aclarar si una parte significativa de esos depósitos fugados procedían de grandes empresas públicas nacionales.

Por último, Guardiola ha reconocido que la banca tiene un problema de reputación que debe superar "con trabajo".