Parece que China, la segunda potencia del mundo, está dando la espalda al sector del mármol alicantino y está optando por comprar bloques en bruto de piedra natural en otros países como Irán, Turquía o Grecia. Y, según fuentes del sector, no es por cuestión de precio, «sino de las tendencias que marcan la moda y porque buscan una mayor gama de colores». Una coyuntura que ha propiciado en los últimos años que las exportaciones al gigante asiático de la industria marmolera, sobre todo la de bloques en bruto, acusen cifras negativas.
Las últimas, las del periodo de enero a agosto, arrojaron un balance en rojo del 48% para este sector en su exportación a China. De hecho, el mármol ha pasado de ser el principal exportador provincial al mercado del yuan a ocupar el segundo puesto. El calzado ya lidera los envíos y, además, en los ocho primeros meses del año estos han crecido un 19%, según datos del Instituto de Comercio Exterior (ICEX) en Alicante.
Los malos resultados que ha presentado el comercio exterior de la industria del Valle del Mármol con el gigante asiático no se han podido compensar con los crecimientos de la fabricación del calzado, de maquinaria o de alimentación, por lo que las cifras de exportación provinciales, en general, a este mercado han retrocedido un destacado 18,3% en comparación con el mismo periodo de 2017, según los mismos datos del ICEX.
La alternativa que están buscando las empresas de mármol en bruto es vender el producto más elaborado: en tablas, losas... «Pero en otros mercados también hay una competencia feroz», advertían las mismas fuentes sectoriales, aludiendo a otros clientes como los países árabes, donde las exportaciones alicantinas, en general, han bajado entre un 15% y 30% hasta agosto.
Por otra parte, desde la Cámara de Comercio de Alicante también apuntaban a otros factores más vinculados a la coyuntura de la economía mundial para interpretar el acusado descenso del comercio exterior de la provincia a China. Así, aludían a un momento de «desaceleración de la economía mundial»; a los efectos de la «guerra comercial» entre Estados Unidos y China; a la propia debilidad de la demanda interna del gigante asiático; a la caída, superior al 6%, de la moneda (yuan) en el último año y a que las propias exportaciones desde China vienen registrando descensos en el último año, lo que significa «menos divisas para pagar importaciones», explicaban desde la Cámara.
Además del mármol, venían anotándose hasta julio descensos en la exportación a China otros sectores provinciales como el plástico (-57%) o los aparatos mecánicos (-25%), según datos del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace). Pese a la pérdida de cuota de mercado en China, este organismo no considera que se esté produciendo «un cambio de tendencia. Es pronto para afirmarlo», aseguraban ayer fuentes del Ivace. Además, creen que «el año terminará con cifras positivas».
Al margen del mercado chino, el comercio exterior de la provincia ha repuntado hasta agosto un 1,24% y se ha reforzado en mercados tradicionales como Francia o EE UU, aunque sigue a la baja en Reino Unido por el «Brexit».
