El curso comienza y la Fundación CAM, heredera de la Obra Social de la antigua Caja Mediterráneo, quiere ponerse las pilas con la prioridad de aumentar los canales de financiación que le permitan tomar un impulso definitivo. Con dos años de trayectoria desde su constitución, la actividad sigue siendo escasa, los ingresos, mínimos y los costes, elevados.

Uno de los objetivos que en estos momentos maneja la Fundación es el de poder participar,-«que no liderar», matizan fuentes de la entidad- en programas europeos sobre medio ambiente, como el Life, que sirva de instrumento que sume a su financiación, el principal problema de la institución.

Actualmente, cuenta con unos 65 millones procedentes de los fondos heredados de la Obra Social de la antigua CAM, que en su día se elevaron a más de 80. Sin embargo, la escasa actividad y los pocos ingresos han ido mermando este colchón. Además, la Fundación tiene que asumir anualmente un coste de más de dos millones por la nómina de la plantilla, compuesta por unas cincuenta personas.

Tras el parón del verano, y con el nuevo presidente, Luis Boyer, desde finales de julio, tras la renuncia del anterior, Matías Pérez Such -que sigue como patrono-, la entidad cree que es el momento de plantear iniciativas. La de explorar las posibilidades de entrar en el programa europeo Life es una de ellas y se analizará en la próxima reunión convocada para mañana, jueves. Desde la institución consideran que se podría volver a poner en valor destacados centros destinados al estudio o actividades relacionadas con el entorno natural en su territorio de implantación (Alicante y Murcia), al mismo tiempo que se participa en programas europeos y se obtienen recursos.

Los miembros del Patronato subrayan la importancia de las infraestructuras con que se cuentan en Alicante, como los centros medio ambientales de la Font Roja (Aitana) o de Los Molinos (Crevillent), así como en Murcia, con las instalaciones de Torre Guil. Y consideran que la dotación de estas sedes puede servir perfectamente para el desarrollo de distintos programas europeos.

Por otra parte, en la primera reunión del Patronato en su nueva etapa también se definirían las áreas de responsabilidad que asumirían cada uno de los miembros para dar mayor rentabilidad a la actividad, según se acordó en la última reunión de julio. La colaboración y el consenso fue una de las propuestas del nuevo presidente, tras ser elegido.

La intención manifestada por Boyer en una entrevista concedida a este periódico a los pocos días de su elección por unanimidad, fue que había que reforzar la colaboración económica con instituciones, entidades financieras y ayuntamientos donde la Fundación está radicada con sedes, bien de índole cultural o ambiental, para dar un impulso a la misma.