El regalo que han supuesto la caída de más del 50% en el precio del petróleo y la depreciación del euro como consecuencia del programa de compra de deuda puesto en marcha por el BCE permitirán que la Comunidad Valenciana crezca hasta siete décimas más de lo previsto hace apenas cuatro meses. Así lo cree, al menos, el servicio de estudios del BBVA que, en sintonía con sus nuevas perspectivas para el conjunto de España, ha decidido elevar también del 2% al 2,7% su previsión de crecimiento del PIB autonómico para este año.
De esta forma, los investigadores de la entidad pronostican que la Comunidad crecerá lo mismo que la media española en 2015 y una décima menos que el resto del país, un 2,6%, en 2016 ante las dudas que les genera el hecho de que la Generalitat no sea capaz de cumplir con el objetivo de déficit y deba realizar algún ajuste adicional a lo largo de ese ejercicio. Y eso a pesar de que la información recogida en su documento «Análisis Regional» deja claro que la autonomía fue la que realizó un mayor esfuerzo a lo largo de 2013 para reducir su desviación presupuestaria -con un recorte de más de un punto y medio- y que hasta el pasado mes de septiembre sólo el País Vasco había logrado una reducción mayor en 2014.
En términos generales, la entidad cree que todas las comunidades se beneficiarán de los efectos de la caída del crudo y de la depreciación del euro, aunque lo harán en mayor medida aquellas con una economía más abierta al exterior a través de las exportaciones y las que tienen un importante sector turístico, que se verán incrementada la llegada de visitantes por la caída de los costes del transporte. Madrid, con un 3,1%, y Navarra, con un 3%, encabezarán la recuperación, seguidas por Canarias, Baleares, o Cataluña, mientras que Asturias cerrará la clasificación con un avance de su PIB de sólo un 2,1%.
En el caso de la Comunidad, parece que la economía valenciana ha logrado alinearse definitivamente con la del resto del país tras haber caído con bastante más intensidad durante los años centrales de la crisis, por su mayore exposición al ladrillo. Al igual que otras autonomías, también se beneficiará del menor gasto en el abono de intereses de su deuda pública gracias a los préstamos a bajo interés del Gobierno.
