Cuando el pasado mes de julio el escándalo del falseamiento de las cuentas de Gowex sacudió los cimientos del Mercado Alternativo Bursátil (MAB), pronto los ojos escrutadores de los inversores y de los medios especializados pusieron su foco en la compañía alicantina FacePhi. Dedicada al desarrollo de «software» de reconocimiento facial, había sido la última en incorporarse a esta bolsa especializada en pymes y «start up» -su debut se había producido el día 1 de ese mismo mes- y tuvo la osadía de hacerlo cuando todavía no había logrado facturar ni un sólo euro, precisamente, pensando que su presencia en el mercado le aportaría «prestigio» y le ayudaría «a cerrar los primeros contratos», como ayer reconocía su vicepresidente ejecutivo, Javier Mira.
Nada más lejos de la realidad. Desde ese mismo momento la cotización de la firma se convirtió en una montaña rusa y sus responsables han tenido que emplearse a fondo para demostrar que detrás de su falta de ingresos sólo hay una empresa que está empezando con un producto nuevo en el mercado y no un fraude, como en el caso de Gowex. Así, Mira recordó que «Facebook salió a Bolsa con un valor de 100.000 millones (de dólares)» cuando ni siquiera tenía claro su modelo de negocio, y lo mismo ha ocurrido con otras tecnológicas.
«La investigación es así y nosotros siempre hemos reconocido nuestras cifras. Otra cosa es que hubiéramos dicho que teníamos una gran facturación y hubiéramos mentido. No es así y son los inversores los que deben decidir si creen o no en nuestro proyecto», explicó el ejecutivo que, junto al presidente de la firma, Salvador Martí, y otros responsables de la misma realizó ayer una presentación pública de su tecnología.
Por suerte para la compañía alicantina, los primeros acuerdos han empezado a llegar y este mismo lunes comunicaban al MAB la firma del primer contrato de suministro de «software» con una entidad financiera, el sector en el que están centrando sus esfuerzos. Se trata de la costarricense Mutual, un banco de tamaño mediano que cuenta con 54 sucursales en el país centroamericano y que utilizará la tecnología de FacePhi para facilitar el acceso de sus 250.000 clientes a su banca a través del móvil.
Además, en este mismo país, la compañía ya tiene otro preacuerdo con la cooperativa de crédito Coopeservidores con la misma finalidad y está ultimando un contrato con la patronal bancaria de Perú para implantar su sistema entre sus asociados. Javier Mira también afirmó que ya se encuentran realizando pruebas piloto con varios bancos españoles, aunque sin nada cerrado. En cualquier caso, sostienen que su mercado prioritario es latinoamérica, donde los problemas de suplantación de identidad a los que su tecnología pone remedio son mucho más frecuentes.
Por el camino, además, FacePhi ha adquirido la firma ilicitana Teralco, experta en desarrollo de soluciones de «software» que, además de una importante cartera de clientes -el año pasado facturó 823.000 euros- le permite entregar su programa de reconocimiento facial «llave en mano».
En cualquier caso, está por ver si todo esto suficiente para convencer a los inversores. De momento, ayer cerró su cotización en 1,89 euros tras subir un 1,07%. Una cifra muy alejada de los 3,25 euros que llegó a alcanzar poco después de su debut, pero por por encima de los 1,23 con los que salió al mercado.
