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Cepyme redobla su pulso con Coepa por los estatutos y amenaza con ir a los tribunales

Navarro envía dos escritos al comité ejecutivo y pide que se debata la causa de disolución

Ni cuando se ausenta por motivos de trabajo, como ocurrió ayer, se libra el núcleo duro de Coepa de su principal azote: del vicepresidente estatutario, al menos hasta la fecha, y dirigente de Cepyme, Cristóbal Navarroazotevicepresidente estatutariodirigente de CepymeCristóbal Navarro. Y es que la patronal celebró ayer su comité ejecutivo, como paso previo a la junta directiva de la próxima semana y a la asamblea del día 30, pero el mandatario de las pequeñas y medianas empresas no pudo asistir porque otro compromiso laboral así se lo impedía. Sin embargo, no se fue y ya. Para mostrar su disconformidad con el nuevo borrador de estatutos y con el balance económico de 2013 hizo llegar sendos escritos con los que no buscaba otra cosa que dejar constancia de su voto discrepante contra uno y otro punto. En cualquier caso, no se quedó ahí. En las misivas dejaba claro que redobla su pulso a Coepa, amenazando con impugnar el articulado y volviendo a pedir la causa de disolución de la organización, por una situación económica que, en su opinión, sigue siendo igual o más calamitosa. Ante ello, la cúpula de la confederación que dirige Moisés Jiménez dio lectura a los escritos para que constaran en acta, pero ya. Los asistentes al comité no mostraron fisuras, al menos de puertas hacia afuera, y dieron un apoyo total y absoluto al balance del ejercicio pasado y al cambio estatutario, ahondando más en la distancia entre uno y otros.

De entrada, en el comité se puso de manifiesto que las cuentas apenas habían sufrido variación respecto a las que tenían que haber pasado por la asamblea prevista para el pasado mes de junio. En aquel entonces, la aparición de una subvención de 150 millones de las antiguas pesetas que concedió el Impiva para la adquisición del edificio de Ruperto Chapí subvención 150 millones de las antiguas pesetas -que precisamente se acaba de vender ahora- y que estaban sin contabilizar obligó a postergar la cita hasta que la situación se aclarase. Fue en el marco del comité celebrado ayer por la tarde donde se pusieron sobre la mesa las conclusiones que ya se habían presentado en la comisión de auditoria de hace unos días: que las cuentas de 2013 presentaban una variación de apenas unos miles de euros de pérdidas más.

Más allá de esa diferencia cuantitativa, lo cierto es que Cristóbal Navarro venía a dejar claro en el voto discrepante que remitió ni más ni menos que lo que ya había venido diciendo. A su juicio, ya no sólo se trata de que las cuentas no recogen el estado real de Coepa, sino que incluso volvió a plantear que se debata sobre la causa de disolución legal de la patronal, una situación en la que podría encontrarse, tras años y años de pérdidas, como ya ha venido alertando públicamente Navarroalertando públicamente Navarro. Incluso avisó en esa misiva del riesgo que se corre de que el Ayuntamiento de Alicante acabe reclamando el solar sobre el que se asienta el Centro de Oficios o de que el Consell exija la devolución de las ayudas, a pesar de que por activa y por pasiva desde la cúpula de Coepa y desde la Generalitat siempre han sostenido que las conversaciones están en la recta final para que la organización pueda hacer una especie de dación en pago del inmueble a cambio de librarse de la deuda que mantiene con el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF).

Evidentemente, la visión del núcleo duro fue totalmente diferente a la de Cristóbal Navarro, hasta el punto de que, como era previsible, volvieron a incidir en que la situación del Centro de Oficios se resolverá en breve. Es más, acusaron a los dos sectores más críticos -especialmente a Cepyme, pero también a la patronal del metal Fempa, que fue quien sacó a la luz esas ayudas del Impiva que obligaron a aplazar la asamblea en junio- de tratar de «obstaculizar» la labor de la patronal, como señalaron tras la reunión desde el núcleo más oficialista.

Tampoco se mordió la lengua Cristóbal Navarro en el escrito con el que rechazaba el nuevo borrador de los estatutos, con otra batería de alegaciones en la línea de lo que se presentó en su día. Particularmente contundente se mostró en esa carta con la intención de dejar fuera de la directiva a Cepyme dejar fuera de la directiva a Cepyme -que hoy en día ostenta una vicepresidencia estatutaria-, con la posibilidad que se da a la empresas de que ingresen directamente en Coepa por la competencia que eso supone para las patronales sectoriales, o simplemente con la supresión de la limitación del mandato del presidente de Coepa, abriendo así la puerta a que pueda ser indefinido. Ante este escenario, anunció su intención de impugnar el articulado, de salir adelante.

«El objetivo de actualizar los estatutos es mejorar el marco de actuación y modernizar la institución», indicaron desde el sector oficial en un comunicado, en el que añadían literalmente que «Coepa, al igual que ya han hecho otras organizaciones empresariales como CEOE o CEV, considera vital la reforma de los estatutos en el marco de la renovación de las organizaciones empresariales que se está produciendo en toda España, para adecuar sus estructuras al nuevo escenario económico y social». Defendían así estos estatutos de la discordia que, junto a las cuentas, deberán pasar por una junta directiva la próxima semana y, posteriormente, por la asamblea, si por fin esta vez sí se celebra.

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