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El Consell negocia perdonar la deuda a Coepa a cambio de quedarse con el centro de oficios

La Generalitat pretende destinar el edificio al Servef y que se impartan cursos. La patronal lograría liquidar el crédito con el IVF sin tener que devolver las ayudas recibidas. Castedo se descuelga de la operación

El Consell negocia perdonar la deuda a Coepa a cambio de quedarse con el centro de oficios

El Centro de Formación en Prevención de Riesgos Laborales y Oficios situado en el polígono de Babel se ha convertido en una patata caliente para la patronal Coepa, no sólo por la sangría que está provocando un edificio que lleva casi dos años cerrado y que, mes a mes, va incrementando la deuda por los impagos al Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), sino también por la amenaza de tener que devolver las subvenciones recibidas en caso de que se pierda el espíritu con el que nació, que es el de servir de sede para la impartición de cursos. Conscientes de ello, la organización empresarial, la Generalitat, a través del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), y el Ayuntamiento de Alicante comenzaron hace ya muchos meses a negociar una salida que permitiera salvar los muebles. Sin embargo, la situación acaba de dar un giro de 180 grados. La Administración de Castedo ha acabado quedándose fuera, y el escenario inicial ha cambiado radicalmente. Con ello, la transacción se lleva ahora a dos bandas: Generalitat y Coepa, para que, de este modo, el inmueble pueda pasar a través de una dación en pago a la Administración autonómica, que, a su vez, lo destinaría a un ambicioso centro formativo del Servef. La patronal que dirige Moisés Jiménez podría así liquidar la deuda que mantiene con el IVF y evitar tener que devolver las ayudas que llegaron de la propia Generalitat y de fondos europeos a cambio de que el inmueble se utilizara para impartir cursos.

Las conversaciones se encuentran en tal punto que, según apuntan desde el Consell, están prácticamente a expensas de la tasación de la construcción, y, si todo marcha sobre lo previsto, la intención es que por fin se pueda dar carpetazo a esta situación para después del verano.

Desde el principio, las negociaciones se habían movido en el sentido de que fuera el Ayuntamiento de Alicante el que se hiciera con un edificio, que, además, se levanta sobre un solar municipal en Babel, gracias a una cesión gratuita del derecho de superficie por 30 años, que se aprobó en 2001, a favor de Coepa. Para ello, se recurría a una especie de «dación en pago», por la que la patronal «cedía» el edificio y la deuda al Ayuntamiento, con lo que, para liquidar las cantidades adeudadas, el equipo de gobierno de Castedo renunciaría a parte de lo que, a su vez, le debe el Consell. Así las cosas, la transacción se perfilaba como otro rescate de la alcaldesa de Alicante a una organización empresarial, tras la operación que tuvo como protagonista a la Cámara de Comercio con el hotel Palas de por medio.

Sin embargo, todas las partes se encontraron desde el comienzo con un obstáculo no poco importante: el riesgo que corría la patronal de tener que devolver todas las ayudas recibidas para la construcción del centro en caso de que su finalidad -la de la formación- no se mantuviera. La situación cobraba más importancia si cabe si se tiene en cuenta que la alcaldesa llegó a sostener que, de quedarse finalmente con el edificio, tendría que albergar en la mayor parte de su superficie dependencias municipales y, en concreto, las de Atención Urbana, y que sólo una parte del centro sería para la formación. Además, esta salida no siempre fue bien aceptada por todos los sectores, y hubo quien criticó que, con la situación en la que se encuentran las arcas municipales, se plantearan renunciar a deuda del Consell.

El peligro de las ayudas

El riesgo de tener que devolver las ayudas recibidas siempre ha sido uno de los grandes escollos de la operación. Incluso desde determinados círculos empresariales se llegó a cifrar el importe que se tendría que reintegrar por los fondos públicos recibidos en unos 1,9 millones de euros, a lo que se sumarían los intereses de demora. En cualquier caso, no sólo las ayudas recibidas establecen como condición que el centro se dedique a cursos. La confederación de empresarios admite en la memoria económica de 2013 que el Ayuntamiento de Alicante cedió de forma gratuita esos terrenos situados en Babel «siempre que dicho centro se destine a usos formativos». En el balance de 2013, de todos modos, la patronal confía en que la finalidad se mantenga una vez se cierre ese acuerdo, por lo que acaba considerando que son subvenciones no reintegrables a efectos de las cuentas.

Incluso Fundesem Business School ha venido mostrando su interés por el edificio en las últimas semanas. La idea de la institución era implantar en el centro de oficios una segunda sede para ofrecer ciclos profesionales muy enfocados a jóvenes desempleados, lo que, según argumentaban, permitiría mantener el espíritu formativo del inmueble.

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