El Alcoyano dejó escapar contra el Conquense la oportunidad de sellar la permanencia prolongando dos semanas más la agonía. El equipo de Mario Barrera lo tenía todo a su favor para sellar el objetivo, que parecía encarrilado con el tanto de Rubio en el primer acto. Tras el paso por el vestuario las piernas comenzaron a temblar quedando a merced del conjunto castellano-manchego que estableció la igualada a un minuto del final. La casualidad quiso que simultáneamente el Castellón marcara el gol del triunfo contra el Barcelona B que le sacaba de la zona de descenso condenando a los blanquiazules a disputar el play-out. El rival saldrá entre el Celta B (grupo I), Real Unión de Irún (grupo II) y Jumilla (grupo IV). El perdedor perderá la categoría. El sorteo tendrá lugar esta tarde (16.30) en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas.
Mención especial merece la afición del Deportivo que recreó un ambiente más propio de una promoción de ascenso. La decepción fue mayúscula puesto que acarició la permanencia durante 89 minutos.
El equipo de Barrera impuso un ritmo alto desde el inicio. Saltó al campo con la portería rival entre ceja y ceja consciente de la importancia de marcar primero. Basó su juego en el desborde por las bandas y centros al área buscando el rematador final, una secuencia trabajada durante la semana. De este modo llegó el primer aviso serio. Hermosa colocó el esférico en el interior del área y Rubio lo dirigió a portería obligando a Sergi Puig a realizar una gran intervención. El punta ilicitano no perdonó en la acción posterior. En este caso el balón lo sirvió Lino desde la banda derecha y, aunque dio la sensación de que lo podía perder, peleó hasta encontrar ángulo de tiro y colocarlo en el interior de la red.
Las buenas sensaciones se esfumaron tras el descanso. El Conquense dio un paso al frente rozando el empate con un remate de cabeza de Fran Pérez que se topó con la manopla de Miguel Bañuz. Hernán Lino malogró un mano a mano con el portero para poner la puntilla. Luis Hernáiz acertó al filo del minuto 90 y aguó la fiesta de El Collao.
Mario Barrera: «El vestuario ahora está destruido»
El rostro de Mario Barrera, entrenador, del Alcoyano, reflejaba el desencanto por el inesperado desenlace. «El vestuario ahora está destruido. De tener la permanencia en la mano se nos ha ido en el último minuto. Hay que levantarse porque nos toca jugar otra final», dijo. Con respecto al bajón experimentado en el segundo acto, explicó que «obedece a la ansiedad y al miedo a recibir el gol. Aún así, tuvimos una ocasión muy clara de Lino». Del posible rival apuntó que «no tengo preferencias».
