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«El mayor logro en mis 18 años de carrera ha sido el reconocimiento de mis compañeros»

Dos meses después de anunciar su retirada en 2019, Ferrer ha reencontrado la calma en su Xàbia natal, donde se ha disputado el trofeo júnior que lleva su nombre

Entrevista a David Ferrer, tenista de Xàbia y exnúmero 3 de la ATP

Entrevista a David Ferrer, tenista de Xàbia y exnúmero 3 de la ATP

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Entrevista a David Ferrer, tenista de Xàbia y exnúmero 3 de la ATP J. E. Munera

A los 36 años, David Ferrer -«Ferru» para el mundo del tenis- ha decidido abrir una nueva etapa en su vida, mucho más familiar desde la llegada de su hijo Leo el pasado mes de mayo. El que fuera número 3 del mundo en 2013 y siete años consecutivos en el «top ten» se reafirma en que ha elegido el momento idóneo para cerrar sus 18 años de carrera profesional en las pistas. «Yo no dejo el tenis; es el tenis quien me deja a mí porque ya no puedo jugar dos partidos seguidos a un nivel alto», declara Ferrer con la sinceridad y la serenidad que le han dado los años.

Asegura que las mayores emociones las ha vivido con la Copa Davis y que su mayor conquista es el reconocimiento del resto de tenistas, «no sólo como jugador, sino también como persona». Estrechamente ligado a Xàbia, apuesta por que su futuro siga ligado al tenis formativo y de base.

P Dos meses después del anuncio de su retirada el año próximo, ¿se siente aliviado o quizás liberado de la presión de tomar una decisión de tanto calado?

R No sería la palabra liberado o aliviado, sino que creo que era el momento. También es cierto que los resultados tampoco acompañaban y físicamente no me encontraba bien; tenía ciertos problemas y ha sido el momento perfecto para decidir jugar el año que viene seis torneos. Y sobre todo ahora vivo más tranquilo porque viajo menos. Es una nueva etapa de mi vida, en familia, y me encuentro muy bien.

P «No es que no quiera; es que no puedo», dijo en Nueva York cuando confirmó su retirada a finales de agosto...

R Claro... [se ríe]. No es que yo deje el tenis; es el tenis el que me ha dejado un poco a mí. Ya no tengo el mismo ránking [actualmente es el 125º del mundo] porque no puedo jugar dos partidos seguidos a un nivel alto y eso me cuesta. En ese aspecto, pues te lo planteas y tomas la decisión de poner fin a tu carrera tenística.

P De cualquier modo, su espíritu competitivo se mantiene intacto, como demostró ganando el reciente Challenger de Monterrey con mucha autoridad en la final a Karlovic...

R Sí, eso nunca se pierde. Siempre seré competitivo. Me encanta competir, la competición y jugar a tenis. De una manera u otra voy a seguir vinculado a este deporte, seguro.

P Dice que a los 36 años sus nuevas ilusiones ya no pasan por el tenis. ¿Por dónde pasan entonces?

R Bueno... No pasan por el tenis porque no tengo un ránking que me ilusione; pero no porque no me ilusione jugar al tenis, ni mucho menos. Pero, claro, tener un ránking que no me permite jugar los Masters 1.000, ni los torneos grandes, ni me siento competitivo con los jugadores de arriba... Mi ilusión no es jugar torneos menores, ni jugar Challengers. Eso no me motiva para levantarme cada día y hacer el esfuerzo de entrenar a un nivel tan intenso. Ahora mismo mi ilusión pasa por hacer cosas diferentes, por evolucionar en diferentes aspectos del deporte, por estar en familia y vivir una vida más pausada.

P Cuesta mucho trabajo imaginarse a David Ferrer desvinculado de este deporte...

R No, no voy a estar aislado del tenis. Todavía me queda un año más y voy a hacer la pretemporada e intentar acabar lo mejor posible, que es un objetivo que me ilusiona muchísimo. Sí es cierto que necesitaré un tiempo de descanso para formarme y entender qué es lo que realmente quiero hacer y puedo aportar en el mundo del tenis. Siempre voy a estar vinculado a este mundo.

P Después de 18 años de trayectoria profesional, si tuviera que quedarse con una cosa de su carrera, ¿con cuál sería?

R Es difícil quedarse con una sola cosa porque he vivido emociones muy grandes. Quizás me quedo con la Copa Davis por los compañeros que he tenido y porque he experimentado las mayores emociones de mi carrera tenística.

P Casi parece un lugar común recordarle que de no haber sido por el «big three» (Nadal, Federer

R [Se vuelve a reír]. No lo sé... ¿Sabes qué pasa? Que no puedo hacer un balance de cómo me hubiera ido si no hubieran estado estos tres jugadores. Yo siempre intento ver el lado positivo de las cosas. Sin Rafa Nadal, Roger Federer y Novak Djokovic quizás no hubiera llegado a ser el número 3 del mundo porque no hubiera evolucionado, ni sido tan buen tenista como he sido. Yo lo veo por esta parte.

P En la misma línea, llegó a alcanzar el número tres de la ATP

R [Más risas]. Esa es una frase que también dije en su momento y que se ha repetido mucho porque había un periodo de tiempo en el que esos tres jugadores eran imparables y lo ganaban todo. De hecho, lo han ganado casi todo. Poder estar 3, 4 o 5 del mundo, durante siete años «top ten», me ha dado esa proyección. Pero, además, hay otros jugadores muy buenos: Marin Cilic o Stan Wawrinka, ganadores ambos de Grand Slams, que me han superado.

P Cuando anunció su adiós, Federer, Nadal, Del Potro

R Para mí ése ha sido el mayor trofeo que he conseguido; sin duda. El reconocimiento de mis compañeros de trabajo; y ya no sólo como tenista, sino también como persona. Es el logro de mi carrera tenística del que más me enorgullezco.

P A propósito de reconocimientos, ¿qué supone para usted la reciente distinción que le concedió la Generalitat Valenciana

R Me gustó muchísimo, pero no pude asistir porque estaba en Monterrey. Acudió en mi nombre mi pareja [Marta Tornel] y la madre de mi hijo, que se merece ahora mismo casi más que yo esa distinción. Agradecerle a la Generalitat que pensara tanto en Anabel Medina como en mí.

P Está usted estrechamente ligado a su tierra. Es un gran embajador de la Comunidad en general y de Xàbia en particular...

R Sí; sobre todo en Xàbia porque es donde me he criado, donde está mi familia y mis mejores amigos, donde ahora vivo desde hace dos meses. Antes venía a menudo los fines de semana o cuando podía y ahora estoy permanentemente. Sobre todo porque la gente siempre se ha portado muy bien conmigo; me han tratado fenomenal y han respetado mucho mi intimidad. Me han tratado como David y no como el David Ferrer tenista.

P ¿Cuáles son sus planes para estos últimos meses de carrera? Mantiene lo de jugar, a título de despedida, en Auckland, Barcelona

R Mis planes ahora mismo son los de hacer una buena pretemporada. Ahora estoy de vacaciones, pero empezaré a entrenar hacia finales de noviembre en la Academia en el Club de Tenis Jávea. Voy a jugar seis torneos y a intentar acabar lo mejor posible y lo más alto que pueda. Vaya como vaya será un triunfo para mí; sin duda.

P Cuando su amigo y exsocio Juan Carlos Ferrero

R Sí; casi siempre pierdes, salvo que seas Nadal, Federer o Djokovic. Tampoco es que sea un deporte de perdedores, pero sé lo que quería decir Juan Carlos. Es cierto que para saber ganar alguna vez, tienes que saber perder antes.

P ¿Se ha planteado retomar alguna vez aquella experiencia como empresario de torneos de tenis que vivió con el Valencia

R No me lo he planteado. Viví momentos muy buenos e intensos en Valencia. Sobre todo cuando Juan Carlos compró el torneo en 2002 y se disputó en el Club de Tenis Valencia. Y más adelante cuando fuimos socios en el Ágora. Fueron momentos muy bonitos. No lo sé... Ahora tengo otros planes en mi vida y Juan Carlos también. Me gustaría seguir ligado al tenis con alguna persona cercana como Ferrero, pero ahora no estamos interesados en aquello que hicimos años atrás.

P En un terreno más personal, con el paso del tiempo usted sí ha llegado a dominar aquel carácter impetuoso, casi irascible, con el que empezó a competir...

R Sí; estoy mucho más calmado. Y si no lo hubiera conseguido, no habría llegado hasta los 36 años jugando al tenis; lo habría dejado mucho antes. Con el paso del tiempo, aprendes y evolucionas. Eso se llama madurez; vas entendiendo muchas más cosas. Antes era mucho más impulsivo, sobre todo cuando eres joven. Conocer personas diferentes y querer aprender me ha ayudado mucho a ser lo que soy ahora. Eso me lo ha dado el tenis y gracias a él soy una persona más segura de mí misma.

P ¿Y cómo le ha cambiado la reciente llegada de Leo, su primer hijo?

R Te aseguro que me ha cambiado porque duermes mucho menos [se ríe] y tu vida ya no depende de ti. Antes viajaba mucho y no tenía familia y todo giraba en torno a mí, mientras que ahora lo hace alrededor de mi hijo. Y es algo muy bonito de vivir.

P Ahora presta su nombre al I ITF Júnior David Ferrer de Xàbia.

R Siempre me ha gustado fomentar los torneos para jugadores jóvenes, que necesitan una formación no sólo tenística, sino también personal. Me gusta este torneo y el que también lleva mi nombre en Valencia desde hace muchos años y va muy bien. También queremos organizar un ITF grado 1 con mi nombre en La Nucía de cara al año que viene. Ahora me ilusionan más estas edades. El tenis formativo y la base.

P Tal y como anunció en Nueva York, el guerrero ya descansa en Xàbia...

R Sí; me hacía mucha ilusión y tenía ganas de estar aquí con mi familia y mi gente. Mi mujer es de Almussafes, cerca de Valencia, y tiene allí su trabajo, lo que nos impedía estar todo el tiempo que queríamos en Xàbia. Ahora que ya tenemos familia hemos dado el paso de irnos a vivir a Xàbia.

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