El Pedro Ferrándiz de Alicante, ese pabellón de referencia de la provincia que sufre apagones en pleno partido por su deficiente instalación eléctrica, vivió ayer la noche más amarga de su historia. Convertido en una olla a presión como en las grandes ocasiones históricas de anteriores partidos por el ascenso, más de 4.500 gargantas reeditaron anoche el espíritu indomable de aquella afición que empujó al deporte alicantino a lo más alto del baloncesto español. Tronó y tronó hasta el final el Centro de Tecnificación para llevar en volandas al HLA hacia la LEB Oro, pero el público se acabó entregando a la superioridad del Canoe y, en un gran gesto de deportividad, despidió a los dos equipos con una cerrada ovación.

Fue un drama en cuatro actos, pero los momentos más duros se vivieron 15 minutos después del final del partido cuando los jugadores de David Varela salieron de nuevo a la pista a agradecer el apoyo de la entusiasta parroquia lucentina. Y aquello fue un mar de lágrimas y desconsuelo sin fin. Inconsolable Pedro Rivero, en su último partido, Chapela abrazado a su madre... Todos eran conscientes de que, con todo a su favor en este quinto partido, habían desaprovechado una oportunidad histórica de devolver al deporte alicantino al segundo escalón del baloncesto profesional.

«Esto es deporte y tenemos que aceptarlo», se resignaba sobre la pista al término del encuentro y con mucha serenidad Daniel Adriasola, vicepresidente del HLA Alicante. «Al menos hemos demostrado que se puede llenar este pabellón y que la gente de esta ciudad quiere baloncesto y vamos a seguir trabajando para que siga siendo así».

Muy cerca, también luchaba contra la decepción otro de los grandes artífices de la refundación del Lucentum, el presidente Toni Gallego, consolado por el director deportivo del Hércules Javier Portillo.

Y es que todo se había preparado para que el maltratado deporte de élite en esta ciudad disfrutara de una gran noche, pero entre la «pájara» que sufrió el equipo mediado el tercer cuarto (parcial en contra de 0-16) y la portentosa exhibición del visitante Tyson todo se fue al garete.

Entre otros, fueron testigos directos del desastre deportivo y del bochornoso apagón el técnico del Valencia Básquet Txus Vidorreta, el exjugador lucentino Pedro Llompart, los futbolistas del Hércules Peña y Samuel, el Rector de la UA, Manuel Palomar, el rapero Nach y el alcalde Luis Barcala con la bufanda al cuello.