«A pesar de los embargos, las naciones amigas con relaciones antiguas y culturales han de continuar siéndolo». Horas antes de que el presidente iraní, Hasan Rohani, pronunciara estas palabras en la reunión que mantuvo con el presidente español, Pedro Sánchez, en la Asamblea General de la ONU en Nueva York, se inauguraba en el Museo Nacional de Irán El patrimonio arqueológico de España. Tesoros del MARQ. Una exposición que constituye todo un entramado de diplomacia gestado a lo largo de dos años y en el que han sido pieza fundamental las embajadas de ambos países.

El MARQ se convertía en el primer museo español y el quinto de todo el mundo en llevar sus fondos al centro de Teherán. Por eso fueron más de una docena de embajadores -Francia, Reino Unido, Bolivia, Rumanía, Portugal y Nicaragua- y diplomáticos de Grecia, República Checa o Filipinas, entre otros países, los que acudieron a un acto de inauguración que fuentes diplomáticas españolas calificaron como «un éxito extraordinario». Y no solo por el número de embajadores y autoridades «sino por la gran cantidad de estudiantes, académicos y gente interesada en la cultura».

De hecho, en el Museo Nacional de Irán no recordaban una asistencia tan numerosa desde la exposición que llevó el Louvre a este centro en 2017. «No es fácil en este momento traer exposiciones a Irán por problemas de seguros, transportes y por la situación en la zona», destacaron las mismas fuentes, en referencia a las sanciones impuestas por Estados Unidos. «Hacer esto demuestra voluntad, tenacidad e innovación; han sido dos años de duro trabajo y negociaciones. Por eso, estamos ante un éxito de Alicante y de España en general».

De hecho, fue el ministro de Cultura de Irán, Ali Asghar Moonesan, y el embajador español en ese país, Eduardo López Busquets, los que cortaron la cinta que dio por inaugurada esta muestra que exhibe 283 piezas procedentes del MARQ, a través de las cuales se recorre la historia de Alicante, y por tanto de toda España, desde la Prehistoria hasta el siglo XIX.

El pasado martes acudía ya al museo el primer grupo de estudiantes -solo niñas, ya que están segregadas-, un colectivo en el que el director del Museo Nacional de Irán, Jebrael Nokandeh, quiere incidir. «Esta exposición es una oportunidad para presentar a todos los iraníes la cultura y la civilización de España» y uno de los colectivos más destacados son «los niños y adolescentes como el futuro del país».

Los museos, destacó Nokandeh, «pueden servir para el diálogo entre las culturas y civilizaciones de todas las naciones del mundo». Y si los estudiantes pueden «familiarizarse» con la cultura de otros países, «descubrir sus puntos culturales en común» y «respetarse», habrá «paz y amistad entre las naciones».

En este sentido, animó al personal educativo a que «consideren este importante asunto con esmero e incluya a los estudiantes en el programa de visitas programadas» a la exposición del MARQ, cuya aventura empezó hace dos años cuando se organizó la muestra Irán. Cuna de civilizaciones que el Museo Nacional de Teherán trajo al centro alicantino y vieron más de 100.000 personas. Ese proceso culmina ahora con la exposición del MARQ en la república islámica.

«Nuestra pretensión más sincera es hacer de nuestros museos espacios inclusivos y abiertos a todos los públicos, independientemente de sus capacidades, género, raza, religión o nivel de estudios -destacó el director de la Fundación MARQ, José Alberto Cortés, en la inauguración-, garantizando el acceso a la cultura, al conocimiento y a la igualdad de derechos para todos, contribuyendo a la dignidad humana, la justicia social y el bienestar planetario».

«Si entre el MARQ y el Museo Nacional de Irán, es decir, desde la cultura y la historia, lo hemos hecho posible -afirmó-, también lo es en otros ámbitos y niveles de la actividad humana».