P ¿Cómo triunfar en un país y un idioma que no es el suyo?
R Lo primero que tengo que decir es que yo jamás me esperaba esto. De hecho, ni yo ni nadie creía en mí cuando salí de España en plena crisis. Por eso pienso que todo lo que me pasa es un milagro, es verdaderamente una suerte enorme que, imagino, de alguna manera la he trabajado. Porque sí, la suerte está ahí, y me ha tocado a mí. Yo lo vivo como un verdadero milagro.
P El disco lleva su nombre, Agustín Galiana.
R Son 13 temas con muchas baladas de amor porque casi todas las canciones hablan de amor. También hay ritmo latino y un reguetón digamos elegante. El disco se publicó en agosto y entramos en el número 3 de ventas en Francia. En plataformas digitales, el primer single, fue el número uno del iTunes general durante una semana, y con el tema «Carmina», que está dedicado a mi abuela, llevamos millón y medio de reproducciones en Youtube. Todo esto increíble para alguien que no está identificado con la música porque aquí en Francia me ven más como actor.
P ¿Soñaba con esto?
R Me siento muy afortunado pues, en el momento que me marché, lo veía todo muy negro. No hablaba francés y me vine con una maleta y una mano delante y otra detrás... fue todo una mezcla de sensaciones que, pese a como me fui, hoy París me ha dado muchas cosas. La decisión con la que dudé en aquel momento se ha convertido en uno de los grandes aciertos de mi carrera.
P ¿Qué tiene el francés y no el español para cantar al amor?
R El francés tiene una poesía brutal y, para mí, es la lengua del amor. El francés tiene una energía, una cadencia y una sonoridad que nos encamina a la dulzura y la nostalgia. El español, en cambio, tiene más ruido, y el francés es más tierno, más elegante. Es como un punto de fragilidad que, en el español, cabe buscarlo un poco más.
P Los medios y la crítica francesa le denominan, y me ciño a la traducción literal, el «hidalgo ibérico». ¿Le agrada?
R Yo no me veo así, pero me lo tomo bien. Me ven como Julio Iglesias, que tuvo un grandísimo éxito aquí, que llenaba estadios, rompía corazones... y si me comparan con él, pues para mí es todo un lujo. Dicen que soy una mezcla entre Julio Iglesias y Ricky Martin, que es una manera de catalogar a los artistas e insertarme en un estilo.
P El disco es íntegro en francés. ¿No echa de menos cantar en español?
R Claro, echo de menos cantar y actuar en español. Y lo noto mucho. Es más, en algunos de los temas del disco, hay partes en español, y noto ese anhelo del que te hablo.
P Su salto a la fama se debió, sobre todo, a su papel en la serie Clem, con Victoria Abril. Clem
R Ahora tengo 20 fechas de promoción con el disco, y se está organizando los nuevos conciertos. Además, el próximo 15 de octubre estreno telefilm en TF1 con Ils ont échangé mon enfanty la segunda temporada de la serie On va s'aimer un peu a finales de noviembre.
P Es muy activo en redes sociales. ¿Las gestiona o bien cuenta con un community manager?
R No, no, para nada. Las redes sociales las gestiono yo mismo. Lo único que me ayuda la discográfica es para lanzar algún vídeo que requiere algo más de trabajo, pero todo, o la gran mayoría, lo gestiono yo. ¿Por qué? Pues porque es algo personal, son parte de mis proyectos, y además me divierto. Me divierte mucho y además las prefiero trabajar yo porque imagina que me ponen una imagen que no se corresponde con lo que yo quiero contar en ese momento... no sería lo correcto.
P Puesto que disfruta de la cultura francesa, ¿qué reflejo se tiene de la cultura española?
R A los franceses les gusta mucho España y el español. Es un país que nos aprecia muchísimo, y que nos encuentra como algo especial. Ellos tienen una imagen de nosotros como si fuéramos exóticos, y les encanta todo lo español, la comida, e incluso cada vez que me encuentro con un francés quieren hablarme en español. Para ellos somos gente calurosa, muy cercana, aunque a veces hablamos muy alto para ellos.
