El Premio Azorín de Novela tuvo un cierto ambiente de cine. Por la puesta en escena colorista y artística que se fue reflejando en el escenario y también, y sobre todo, porque el galardón fue a parar a las manos de la actriz Nuria Gago. Actriz pero también autora de Quiéreme siempre, una novela presentada con el título de París Barcelona, con la que consiguió los 45.000 euros de este premio que desde hace 25 años conceden de forma conjunta la Diputación de Alicante y la editorial Planeta.

Esta es la segunda obra que firma Gago. La primera, Cuando volvamos a casa, la publicó en 2015 precisamente con Planeta. Y ahora volverá a hacerlo con esa editorial tras ganar este premio. «Que honor tan maravilloso formar parte de la familia Azorín», aseguró tras recibir el galardón de manos del presidente de la Diputación, César Sánchez.

La escritora destacó que su novela «habla sobre la amistad» y es «un canto de amor a la vejez». La historia de una mujer de 34 años que vuelve de París a su casa en Barcelona y su madre, con quien tiene una relación algo tóxica, la coloca cuidando a una mujer mayor viuda. Una historia que dedicó a la memoria de su abuela «que era mi pilar y mi guía». Precisamente el seudónimo con el que se presentó a este premio, María Munuera, «es el nombre de mi abuela y hoy sería su cumpleaños así que se lo dedico a ella».

La historia, que también dedicó a sus padres, «que me enseñaron a leer y a amar los libros», habla de la relación de esas dos mujeres, «que necesitan ayuda, necesitan que las quieran. Y lo que empezó a ser una convivencia forzosa acaba siendo una relación de amistad».

Nuria Gago, que afirma que empezó a escribir porque sus padres no le dejaban ver la tele entre semana y la llevaban a la biblioteca, ha participado en series como Hospital Central y Amar es para siempre, además de películas como Héctor, de Gracia Querejeta; Noviembre, de Achero Mañas, o Primos, de Daniel Sánchez Arévalo. Una experiencia que, asegura, le influye a la hora de escribir. «Cuando escribo veo cruzar en mi cabeza las escenas e incluso me voy a plano, todo tiene un sentido estético, cuando los personajes hablan tengo que repasar y especificar quien lo hace porque lo hago rápido como muy visual». Pero considera ambas cosas compatibles. «Me encantaría pensar que las dos cosas puedo hacerlas y que no tengo que renunciar a nada».

El presidente de la Diputación recordó que ahora Nuria Gago es «la bandera literaria que tiene la provincia fuera de aquí». «Espero hacerlo bien -destacó la autora- y lo voy a llevar con mucha alegría», recordando que cuando estaba en COU sus primas estudiaban en la Universidad de Alicante «y yo venía los fines de semana, así que le tengo un amor muy grande a esta ciudad».

Azorín estuvo en el aire a lo largo de toda la gala, no solo por ser el protagonista de este reconocimiento literario, sino porque fue la esencia de sus textos la que inspiró el espectáculo que precedió a la entrega del galardón. Unos textos en los que el de Monóvar destacaba la figura del compositor Manuel de Falla, autor de El amor brujo, que sirvió de guía a la Orquesta ADDA Sinfónica, dirigida por Josep Vicent, en una propuesta lleno de luz y color. Música, danza e ilustraciones en un montaje que contó con la cantaora Ginesa Ortega, el bailaor David Romero y el ilustrador Sagar Forniés.

El jurado de esta edición, a la que se presentaron 157 obras, estuvo compuesto por César Augusto Asencio, que actuó como presidente, los escritores Juan Eslava Galán, Almudena de Arteaga, Luis Belda Benavent y Nativel Preciado, así como el doctor en Literatura Comparada Juan Ramón Torregrosa y la directora de Editorial Planeta, Belén López Celada.