Adaptaciones al cine o a la televisión de libros de Stephen King hay para todos los gustos. Algunas muy buenas, otras muy malas. El visitante, una de las grandes apuestas de HBO para este año, es de las buenas. En los últimos dos años hemos tenido grandes títulos basados en novelas del prolífico escritor, pero hay tantos títulos que sería una frivolidad decir que éste es el año de King. La plataforma sí que buscaba repetir el éxito que tuvo la competencia con La maldición de Hill House, una serie ante la que se rindieron tanto público como crítica. Aunque no era una adaptación de ninguno de sus libros, el propio King se unió a las alabanzas. Así que no era raro que HBO eligiera una de sus novelas para intentar redefinir el terror televisivo. Más extraña era la elección del guionista para llevarla a cabo, Richard Price, veterano novelista y escritor televisivo de cuya pluma han salido El color del dinero, o episodios de The Wire o The Deuce.

El resultado es un thriller en el que se mezclan la investigación de un horrendo crimen en la América Profunda con los elementos paranormales. Como si se fusionaran True Detective con los monstruos tipo Pennywise salido de las páginas de It. La trama es de las que se cuecen a fuego lento, pero consigue crear una atmósfera propia que atrapa y deja ganas de más. Hasta el punto de que ha sido terminar la temporada y ya han empezado los rumores y las especulaciones sobre la posibilidad de una segunda. Una escena postcréditos, al modo que ya se hizo en Heridas Abiertas, para abrir futuras vías argumentales en lo que en principio iba a ser una miniserie cerrada.

La trama arranca con el hallazgo del cadáver de un niño brutalmente asesinado en un bosque. En un principio la investigación parece muy sencilla porque todas las pistas llevan de manera clara e inequívoca hasta un profesor y entrenador del equipo escolar de beisbol. Pero hay dos problemas: el sospechoso no reúne el perfil de despiadado asesino y las cámaras de un hotel le sitúan a centenares de kilómetros de distancia del momento y lugar del crimen. Cada vez que todo parece encaminado en una dirección siempre hay un giro de guión que desvía la trama. De esta manera, llega un momento en que el sheriff se encuentra con la situación de que hay más asesinatos de niños con el mismo modus operandi en los pueblos de la zona, donde también las pistas conducían a un sospechoso claro y éste clamaba por su inocencia. Cuando la investigación, parece encontrarse en un callejón sin salida es cuando entra de lleno el fenómeno paranormal y se hace patente que el verdadero asesino es uno de esos monstruos salidos de la imaginación de King. Hasta se ha llegado a vincular con Pennywise. La novela en la que se ha basado la serie se publicó el mismo año en que ls primera entrega de It arrasaba en medio mundo.

Ben Mendelsohn, a quien recordarán los fans de Bloodline, interpreta al atormentado sheriff Ralph Anderson que debe hacer frente a la investigación. Su hijo, recientemente fallecido por un cáncer, había sido alumno del principal sospechoso, por lo tiene una especial conexión emocional con el caso. Jason Bateman encarna al falso culpable incriminado en el asesinato. Actor, que por cierto, es uno de los productores de la serie y que en unas semanas (el 27 de marzo) estrenará la tercera temporada de Ozark.

Pero uno de los papeles principales, a pesar de que se incorpora casi a mitad de la serie, es el de la actriz Cynthia Erivo que encarna a la detective y medium Holly Gibney. Se trata de un personaje que ya ha aparecido en otras novelas de King y precisamente de una que ya ha sido llevada a la pequeña pantalla: Mr. Mercedes, que ya ha terminado tras su tercera temporada. Poco se parece la Holly de esta serie a la de aquella y, de hecho, el guionista ha tenido sumo cuidado de desvincular al personaje del que aparezca en otras obras de ficción. De hecho, llegó a plantear a King la posibilidad de cambiarle el nombre. Algo a lo que recibió un rotundo no. El final de la serie deja abiertas nuevas líneas argumentales para el personaje y no sabemos qué planes para un próximo libro tiene para ella Stephen King. La trilogía de Mr. Mercedes y El visitante tienen en común que son libros en los que el escritor pretende dejar de lado su faceta del terror, para centrarse en unas historias de corte más policiaco. En ellas tiene más interés el cómo personas de la calle se enfrentan a casos paranormales. El sheriff y Holly forman un dúo como el que hemos visto en Evil o Expediente X, el escéptico y la creyente.

La cantidad de novelas que el escritor tiene publicadas siguen dando ideas para futuras adaptaciones, tanto para la gran pantalla como para la pequeña. En estos tiempos de coronavirus, convendría rescatar una vieja miniserie de los noventa de la mano de Mick Garris basada en otra de sus novelas más conocidas: Apocalipsis. En el primer episodio, vemos caer a la humanidad a una velocidad de vértigo tras la incontrolada expansión por todo el mundo de un misterioso virus. En España se distribuyó en videoclubs como una película de seis horas de duración, en un pack similar al de la versión noventera de It.