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María Jesús Grados: «Una retirada a tiempo siempre es una victoria»

Es conocida por ir acompañada siempre de su acordeón y haber hecho bailar durante décadas a pequeños y mayores con sus «Pajaritos»

María Jesús Grados, ayer, a las puertas del que ha sido su «rincón» en Benidorm hasta hace unos días. david revenga

Quería irse de Benidorm en silencio, pero una cámara indiscreta le grabó un vídeo el pasado sábado mientras actuaba. «Esta noche me despido de Benidorm porque llevaba un tiempo queriendo dejar de actuar en la ciudad», fueron algunas de sus contundentes palabras con las que dejó con la boca abierta a los asistentes. Pero había más: «no voy a dejar de lado mi vida artística porque voy por toda España; esta noche 'El rincón de María Jesús' de la calle Gerona desaparece». Y así ha sido. Solo dos días después de pronunciar estas palabras, ese lugar donde ha cantado sus «Pajaritos» millones de veces y donde su acordeón ha sonado como el primer día durante años se desmantelaba bajo la mirada de los viandantes que recorrían ayer esta céntrica calle de Benidorm.

María Jesús y su acordeón, como la conoce todo el mundo, cierran un ciclo en la capital turística. Los «Pajaritos» saldrán del nido de Benidorm donde han estado durante 50 años y donde con solo 11 comenzó a emitir sus primeras notas. «Llegué con mi padre desde Valencia a l'Alfàs del Pi a actuar y, allí, un cura nos dijo si conocíamos Benidorm. Le dijimos que no y vinimos a la ciudad donde nos presentaron al director de un hotel», recuerda la intérprete. A partir de ahí, las actuaciones no le faltaron: «tocaba en 7 u 8 hoteles diarios».

María Jesús llevaba tiempo madurando la decisión que ahora ha tomado sin vuelta atrás. Así lo relata con su pequeña mascota entre sus brazos mientras su representante espera con el teléfono en la mano para entrar en directo en una televisión nacional. «No quería hacerlo público para que no ocurriera lo que ha pasado»; es decir, que en solo unas horas tras publicarse un «tuit» con ese vídeo de despedida se le juntaran más de 1.000 mensajes. «No me hubiera importado haberme ido en silencio», añadió. La cantante asegura que cuando dijo esas palabras «sentí una inmensa felicidad». Para ella se ha cerrado un ciclo: «una retirada a tiempo es una victoria», decía ayer. Pero solo en Benidorm donde «tenía una obligación todos los días con la actuación», algo que no le permitía centrarse en otros proyectos tanto artísticos como personales. De los primeros, aún tiene en la cartera cerradas un año de actuaciones por toda España y alguna «sorpresa no relacionada con el acordeón». Así asegura que «no creo que tarde mucho en realizar otras actividades» entre las que no descarta proyectos televisivos. En cuanto a lo segundo, a su vida personal, tiene previsto viajar por todo el mundo: «Siempre he visitado muchos lugares, pero actuaba y me iba. Nunca he podido verlos». Y eso es lo que va a hacer ahora, «ser feliz».

Benidorm, su casa

María Jesús reside en La Nucía, donde además fue ocho años concejala en el Ayuntamiento. Pero a Benidorm reconoce que le debe mucho artísticamente después de 50 años sobre sus escenarios. «Estoy muy agradecida a todas las personas que han venido de todos los rincones de Alicante a verme», entre ellos, una familia que empezó a ir a sus actuaciones con su hija recién nacida y que la han seguido hasta ahora. «Tengo muchos recuerdos de Benidorm y todos maravillosos», desde sus inicios con 11 años hasta los últimos en su local de la calle Gerona. Ayer, en esa sala, se hacía algunas fotos con aquellos que se las pedían. Pero la fachada ya era otra. Dos operarios habían ya quitado los carteles que anunciaban sus actuaciones diarias y el del nombre del local. Otros vaciaban el interior donde ya no quedaba ni resto de ella en el escenario: «Lo dejamos todo, el local... Si hago algo es con todas las consecuencias». María Jesús no se va triste, solo deja atrás una etapa para comenzar otra: «quiero ir dejándolo poco a poco, pero aún me quedan actuaciones cerradas». Y en cuanto a Benidorm no le dice adiós del todo: «cuando me llamen para cualquier cosa, como actos benéficos, aquí estaré».

Recalca el «apoyo y cariño» que siempre ha tenido y que algunos de sus seguidores querrían que se convirtiera en un homenaje o incluso en una calle con su nombre. Por ahora, María Jesús se conforma con que aquellos que la han visto actuar la recuerden y sigan bailando sus «Pajaritos», una canción que siempre hace «mover el esqueleto» a personas de todas las edades y que de seguro seguirá sonando en los hoteles y locales por donde en algún momento pasó María Jesús y su acordeón. Mientras, ella seguirá llevando su sonrisa eterna por toda España.

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