Las lluvias caídas en toda la provincia durante el pasado fin de semana dejaron en el municipio de Finestrat un total de 175 litros por metro cuadrado, una cantidad que hasta la fecha hubiera provocado grandes inundaciones en la zona de la Cala, como ha ocurrido históricamente. Las más graves, las registradas en 2011 y 2016, que se cobraron la vida de tres personas.

Sin embargo, las actuaciones promovidas por el Ayuntamiento de Finestrat en colaboración con Hidraqua, la empresa concesionaria del servicio de agua y saneamiento, que sufragó esta actuación con cargo a los fondos anuales de renovación con un presupuesto total de 2.063.347,37 euros, han dado sus frutos y han evitado las graves consecuencias que las lluvias provocaban en esta zona hasta la fecha, tal y como se ha podido comprobar estos días.

Las obras tenían como principal objetivo ralentizar la velocidad de las avenidas de agua y, con ello, reducir la peligrosidad del encauzamiento por el riesgo de arrastre. Al mismo tiempo, estos trabajos aseguran una capacidad de desagüe suficiente para evacuar un caudal de 28,20 metros cúbicos/segundo, conforme establece el "Plan Director de Defensa contra las inundaciones en la comarca de la Marina Baixa".

Pese a que las condiciones meteorológicas no han acompañado durante las fiestas de Semana Santa, los plazos se han cumplido, y las actuaciones han quedado prácticamente concluidas en el plazo previsto, antes de Pascua.

En concreto, las actuaciones llevadas a cabo estaban divididas en tres fases: una primera centrada en el tramo de 500 metros del barranco comprendido entre el puente de la avenida Finestrat hasta unos 250 metros antes de su confluencia con la avenida de la Marina Baixa. En esa área se acondicionó el lecho del cauce del barranco con el objetivo de incrementar su rugosidad y así reducir la velocidad del agua.

Los trabajos de la fase 2 y 3 se ejecutaron de manera simultánea. En la fase 2 se acondicionó la transición de caudales desde un canal abierto en superficie hasta un tramo de canalización subterránea. Y, finalmente, un último tramo de canalización subterráneo, de 200 metros de longitud, está destinado a desviar el caudal de avenida hacia la playa por debajo del paseo, en la avenida Marina Baixa.