El temporal de lluvia y viento que sacude la provincia desde la noche del viernes se cobró ayer la vida de un hombre de 76 años en la Cala de Finestrat, arrastrado por la corriente que bajaba por un barranco cuando intentaba coger su coche. El vehículo estaba estacionado en el mismo cauce, pese a la existencia de señales que lo prohíben expresamente. Ante la crecida del nivel de la rambla, urbanizada y habitualmente seca, el hombre intentó subir al coche, presumiblemente para llevárselo. La escena fue grabada en vídeo por unos vecinos, que le advertían de la peligrosidad de su acción y le aconsejaban que desistiera de ello.

Al tratar de abrir la puerta del coche, la víctima cayó al suelo y fue arrastrado por la fuerza del agua, ante el estupor de quienes están grabando, que no podían hacer nada. Tampoco pudieron socorrer al hombre dos agentes de Policía Local que corrieron hacia una de las orillas del barranco en su desembocadura. El hombre se perdió finalmente en el mar. El cuerpo fue localizado, ya sin vida, flotando en el agua 20 minutos después. El helicóptero del Grupo de Rescate de Montaña del Consorcio Provincial de Bomberos recogió el cadáver, desplazado por la corriente hasta el litoral de La Vila Joiosa, y lo depositó en tierra.

Según pudo saber este periódico, el hombre era vecino de Alcoy, pero tenía un piso alquilado en la Cala de Finestrat y en ese momento salía de realizar una gestión en una inmobiliaria. Se da la circunstancia de que el lugar donde se produjo la víctima mortal ayer es prácticamente el mismo en el que en octubre de 2011 falleció un matrimonio británico como consecuencia de otra avenida de agua. Ésta fue la consecuencia más grave del temporal de lluvias, que afectó de manera especial a la Marina Baixa.

Así, además de la mortal crecida del barranco de la Cala, en Benidorm se anegaron algunas calles, y se desalojaron más de 80 caravanas de un camping de manera preventiva. En la localidad cayeron 32,1 litros, según la red de observatorios de Meteoclimatic, aunque las precipitaciones fueron más elevadas en punto más altos, lo cual también propició que los cauces fluviales bajaran todavía con más caudal. Los datos de Meteoclimatic, Avamet y la Agencia Estatal de Meteorología muestran que, desde la medianoche hasta las seis de la tarde de ayer, en Sella habían caído 61,6 litros por metro cuadrado, mientras que en Callosa d'en Sarrià fueron 47,6 y 36 en Relleu.

Las precipitaciones fueron en general más intensas en el extremo norte de la provincia, en el Comtat y la Marina Alta. La localidad de l'Orxa registró el máximo de lluvia, con 95,6 litros en apenas 18 horas. Le siguieron los 72,6 de Benissili, en la Vall de Gallinera, además de los 65 de la Vall d'Ebo, los 57,7 de Beniarrés, 57,6 en Gaianes y 56 en Pego. Aunque con menor intensidad, la lluvia fue generalizada en toda la provincia, con incidencias de todo tipo, aunque ninguna de ellas tan grave como en Finestrat.

En Torrevieja esta mañana estaba cortada la carretera CV-905, que ha reabierto parcialmente. Este vial, que tiene cuatro carriles y es el principal acceso a la localidad, podría cerrarse de nuevo si se acumula el agua de la lluvia. En Torrevieja en dos días han caído 70 litros por metro cuadrado.

Incidencias por el viento

En Dénia y El Campello dos vehículos cayeron a los cauce de los ríos Racons y Seco, respectivamente, y sus conductores quedaron aprisionados en el interior de los coches, pero pudieron ser rescatados sin sufrir daños de importancia. También hubo por la mañana problemas para circular en varias carreteras, al quedar deslizante el pavimento a causa de la lluvia; entre ellas destacó la N-332 entre Benissa y Gata de Gorgos.

En la comarca de l'Alacantí, el viento provocó las principales incidencias, con múltiples caídas de árboles, farolas y mobiliario urbano en Alicante, Sant Joan y El Campello. Entre los sucesos más destacados está el desplome de una terraza en el barrio de San Gabriel, así como de cascotes en la calle Tucumán, en el Ensanche. En esa misma zona también aparecieron ratas, que quizá salieron a la superficie al llenarse de agua los colectores, informa C. Baños. Asimismo, vecinos del entorno de Gran Vía Sur se quejaron de que con la lluvia se ha producido un vertido de aguas fecales en el Barranco de las Ovejas.

En Torrevieja, el viento y la lluvia, con rachas de hasta 73 kilómetros por hora, provocaron la caída sobre un quiosco de la pérgola del paseo de Encarnación Puchol, en La Mata, sin lamentar daños personales, informa I. J. Iniesta. Además, en la calle de los Gases se desprendió parte de una fachada. En Guardamar, en la playa de La Babilonia, el agua ha vuelto a llegar a las casas, arrancando parte de la minúscula acera que las separa de la playa.

En Elche, además de algunas caídas de árboles, diversas vías de la ciudad y su entorno urbano tuvieron que ser cortadas a lo largo de la mañana por la lluvia, informa P. Escribano. La circunvalación se cortó de manera puntual entre los cruces de la carretera de La Marina y la de Santa Pola, al igual que el acceso a Arenales del Sol desde la N-332 y el Camino Viejo de Santa Pola. En esta última localidad también se desplomó una antena, aunque sin consecuencia alguna. También llovió con cierta intensidad en todo el valle del Vinalopó y en l'Alcoià, pero sin que se registraran incidencias de gravedad.

Un fallecido en Castellón

Un hombre de 30 años falleció el viernes por la noche, en plena tormenta, después de que el turismo que conducía se saliera de la vía y volcase sobre la acequia de un camino próximo a El Grao de Castelló. El cadáver del conductor fue hallado en el interior de la acequia.