Los vecinos de Benidorm ya pueden aparcar en las zonas reservadas para residentes de la ciudad y que se encuentran en la pastilla de calles desde la avenida Limones hasta Foietes. En solo una semana, el Ayuntamiento benidormense ha repartido más de 4.500 tarjetas a los empadronados para que puedan estacionar sus vehículos en estas vías en las que las líneas blancas continuas marcan esa distinción para aquellos que no residan en la ciudad.
En esta semana, pasear por calles como Paseo Acacias o Maravall es ver algunos coches con una pegatina azul en los parabrisas, parecida a la de la ITV que llevan los vehículos. En ella se puede ver una gran «P» azul junto a la frase aparcamiento residentes, un número y la fecha de validez. Esa pegatina es la que funcionará a modo de tarjeta de residente y la que deberán llevar todos los vehículos que quieran aparcar en la treintena de calles que se han reservado para todos los vecinos de Benidorm.
En total, 1.500 plazas distribuidas por el barrio de Colonia Madrid y algunas calles del centro urbano. En esas vías se colocarán hasta 70 señales que avisan de que es una zona reservada y que no cualquiera puede estacionar. Además, las líneas blancas discontinuas que suelen tener los tramos de aparcamiento se han cambiado por líneas continuas también para diferencias estas plazas.
El plazo para pedir esta tarjeta de residente arrancó el pasado lunes día 11 de marzo y la zona de residentes entró en vigor el día 15, aunque aún no se sanciona. En una semana, la Concejalía de Movilidad ha repartido más de 4.500 tarjetas a los vecinos que cumplían con los requisitos pedidos: estar empadronados y presentar el DNI. Además, los conductores deberán pagar el impuesto de circulación en Benidorm; los que lo pagan en otro municipio tendrán hasta final de 2019 para solicitar su alta en la ciudad y, en el caso de no hacerlo, no podrán renovar el certificado. Solo el primer día, como ya publicó este diario, las colas eran de más de una hora y se dieron más de 600 tarjetas. Más de 1.000 el segundo día.
Por ahora, la medida está «en pruebas». Es decir, hasta la fecha aún no se multa a los que no tengan la pegatina. A partir de hoy, según explicó el concejal de Movilidad, José Ramón González de Zárate, «se colocará un papel a modo de aviso en los parabrisas de los que no tengan la tarjeta para avisarles de que pasen por la Extensión Administrativa a por ella». Y es que cuando la medida ya sea sancionable, las multas serán de 70 euros por aparcar en zona prohibida; 35 euros si se paga en el momento.
