Propósito: estrenar el año nuevo con un buen chapuzón en el mar. Las playas de Benidorm se convirtieron durante toda la mañana y el mediodía de ayer en el lugar escogido por cientos de personas para pasar la primera mañana de 2019. Las altas temperaturas registradas estos días en la ciudad turística, que rozaron los 20 grados centígrados en las horas centrales del día, permitieron a los más osados no sólo disfrutar de un rato de juegos en la arena o de tomar los primeros rayos de sol, sino también de adentrarse en el agua, en una estampa mucho más típica de la primavera que de un día 1 de enero.

Las tres playas, pero sobre todo la de Levante, así como los paseos marítimos fueron durante las horas de sol un hervidero de personas llegadas desde todos los puntos de España y muchos del extranjero, principalmente Reino Unido, uno de los principales mercados emisores de turistas hacia Benidorm en temporada baja.

Picos de ocupación del 100%

No en vano, como ya avanzó días atrás la patronal hotelera Hosbec, la media de ocupación durante los días de Navidad en la ciudad ha alcanzado el 90%, con picos de hasta el cien por cien en muchos hoteles para pasar la última noche de 2018 y las primeras horas del 19. «Las reservas de última hora han funcionado genial y para la Nochevieja hemos estados prácticamente llenos», confirmó ayer un recepcionista de un conocido hotel de Benidorm, en el que recibir el año nuevo se ha convertido en todo un ritual para cientos de turistas.

«Viene mucha gente de pueblos de València, que lo tienen muy cerquita y que suelen repetir. Es un turismo muy fiel y, además, este año mucha gente ha aprovechado el puente para alargar un poquito más la estancia», añadió este trabajador del sector.

La «Plaza de la Navidad», ubicada en la Plaza de SS MM Los Reyes de España, bajo el Ayuntamiento, fue durante el día de ayer otro de los puntos de atracción de público, sobre todo de familias con niños de menor edad.

Multitudinario cotillón

Todo lo anterior, por lo que respecta al primer día del año. Porque horas antes, la calle Santo Domingo, conocida como la de «los vascos» y el barrio del Calvari, fueron el epicentro de los distintos «tardeos» que restauradores de la localidad organizaron con motivo de la Nochevieja. Como viene siendo tradición de unos años a esta parte, los benidormenses salieron masivamente a partir del mediodía para adelantarse a las celebraciones y reunirse con amigos y conocidos para brindar de manera anticipada por el año nuevo.

Ya entrada la noche, la playa de Levante acogió un multitudinario cotillón para celebrar la fiesta de Nochevieja organizada conjuntamente por el Ayuntamiento y los empresarios de pubs y locales de ocio, agrupados en Ociobal. Pantallas gigantes, actuaciones de Djs y la retransmisión de las campanadas atrajeron hasta la playa a miles de personas, que también disfrutaron del espectáculo de fuegos artificiales que se lanzó desde el Castillo.