Un informe del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante revela que la provincia cierra un año en el que la nota característica más destacada ha sido que, poco a poco, se está perdiendo el confort climático, sobre todo durante el verano, debido al aumento de las noches tropicales -la temperatura no baja de los 20 grados, con una humedad por encima del 70%-, que se han disparado hasta 80 este año, todo un récord, ya que lo normal eran entre veinte y treinta.

Otro factor climático que hay que tener en cuenta es que cada año sube un poco más la temperatura del mar y el pasado verano no fue una excepción, registrándose valores máximos de 28 grados durante varios días de agosto, lo que convierte el mar en una peligrosa fuente de calor y «combustible», en caso de producirse los embolsamientos de aire frío en la atmósfera que generan la peligrosa «gota fría», según apuntó ayer Jorge Olcina, director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante.

Año cálido, por otro lado, este 2018 que sigue la tendencia registrada en toda España de subida de temperaturas de las últimas dos décadas. En concreto, en 2018 la primavera y el otoño fueron muy cálidos, mientras que el verano y el invierno registraron valores dentro de la media. En su conjunto se registraron temperaturas 0,6º por encima de la media normal para la provincia. «Lo más significativo ha sido el incremento de las noches tropicales (temperatura superiores a los 20º), que se está convirtiendo en el factor de mayor 'disconfort' climático de la provincia en las ciudades de la costa. En total 80 noches tropicales este año», explicó Olcina.

El 2018 se despide también con temperaturas récord del agua del mar frente a las costas de Alicante, con valores que alcanzaron los 28º varios días en agosto. «Este es el dato más preocupante del proceso de calentamiento térmico que se está viviendo en la Comunidad Valenciana en los últimos años. Y es lo que explica el incremento de las «noches tropicales» en el litoral de la provincia».

Sequía por comarcas

En cuanto a las precipitaciones, las lluvias estuvieron dentro de la normalidad en gran parte de la provincia, pero se mantiene el déficit en las comarcas del Vinalopó y l'Alacantí (entre un 15% y un 20% menos de lluvia respecto a lo normal en estas comarcas). La Vega Baja se ha visto beneficiada del registro de tormentas en invierno y, sobre todo, en otoño, estación en la que las precipitaciones aumentaron un 20%. «Curiosamente, tuvimos un mes de agosto con jornadas inestables y con tormentas y fenómenos de granizo, pero no ha sido un año de peligros atmosféricos en la provincia», aseveró Olcina.

Apenas se han registrado daños por las lluvias de otoño. Alicante se libró de los episodios de «gota fría» de los meses de octubre y noviembre, que sí afectaron a otras provincias del litoral mediterráneo (Valencia, Castellón y Mallorca). Y no ha habido temporales de viento, ni grandes olas de frío o calor, como sí que ocurrió en 2017. Destacan, eso sí, la formación de varias trombas marinas en la costa de Torrevieja, Guardamar del Segura, Alicante y Campello. «Esto tiene relación directa también con el calentamiento de las aguas del mar Mediterráneo, que provoca la formación más frecuente de este tipo de fenómenos». Otros fenómenos significativos fueron la granizada en Ibi el 10 agosto y la precipitación súbita registrada en Xàbia el pasado 18 de agosto.

Por otro lado, según el balance provisional de la Agencia Estatal de Meteorología, el año que se cierra el lunes ha sido cálido en toda la Comunidad Valenciana registrándose un aumento medio de 0,5 grados. El año 2018 será el undécimo año más cálido de la serie que arranca en 1941. De los once años más cálidos ocho se han dado en el siglo XXI, señal inequívoca del cambio climático.

En cuanto a la lluvias, el sur de la Comunidad Valenciana, es decir la provincia de Alicante, es la que menos precipitaciones ha registrado. Por debajo de lo 300 litros/m2; se sitúan los observatorios de Elche, Orihuela, San Pola. En Alicante se han recogido 305,2 litros/m2. Mientras, en València se han recogido 795 litros y 655 litros en Castellón.