Los agricultores afectados por la Xylella fastidiosa, la bacteria que está arrasando con las plantaciones de almendros en la provincia, lanzaron ayer un grito desesperado al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, para que ordene paralizar el arranque de almendros en plena campaña de recolección. Como ya ha venido contando este diario, los equipos de Tragsa, la empresa contratada por la Conselleria de Agricultura para intentar erradicar esta plaga, han vuelto a las parcelas de tres municipios de la Marina Baixa -Benimantell, Benifato y Tàrbena- para arrancar y triturar ejemplares incluidos dentro del plan de erradicación después de un mes de inactividad. Y, lo que es más grave, justo en el momento en que los almendros se encuentran en plena producción. La decisión ha puesto en pie de guerra de nuevo a los agricultores afectados, que exigen que el arranque de árboles se paralice hasta que finalice toda la almendra esté recogida para evitar «pérdidas millonarias» al sector.

La Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja Alicante) y la Plataforma de Afectados por la Xylella Fastidiosa (AXFA) denunciaron ayer a través de un comunicado que la Conselleria está aplicando las medidas para combatir la plaga «con más de un año de retraso respecto al plazo que establece el protocolo de actuación», por lo que consideraron que podría esperar «unas jornadas más y que la recolecta se efectúe con normalidad o avanzar en otras zonas en las que la cosecha es más tardía». Sin embargo, en vez de eso, «entran en las fincas sin el permiso de sus propietarios para aplicar un plan que no frenará el avance de la bacteria y generará pérdidas millonarias en la agricultura, el turismo y el territorio», alertaron. Y pusieron como ejemplo lo ocurrido esta misma semana en una finca de Benimantell.

En este caso, como ha venido contando este diario, los árboles arrancados en dicha parcela pertenecen a la declaración del segundo brote, que se produjo el 31 de julio de 2017. El protocolo establece que se debe destruir el material vegetal en un plazo máximo de 15 días y la conselleria de Agricultura ha tardado más de un año en aplicar esta medida. Además, hay fincas en las que no han realizado los tratamientos fitosanitarios previos al arranque, tal y como concreta la norma, agregaron los afectados que, con ambos argumentos, señalaron que no pasaría nada por esperar unas semanas para seguir talando.

«Necesitamos que nos escuchen»

El presidente de Asaja Alicante, Eladio Aniorte, criticó ayer que «si tanta urgencia hubiera» por destruir los árboles afectados «no se habrían tomado vacaciones», tras lo cual lamentó que los equipos de la Conselleria están entrando «en nuestras propiedades como si fuéramos delincuentes». De ahí que asegurara que los agricultores necesita «el amparo del presidente Ximo Puig», a quien han solicitado una reunión urgente para que, «al menos, visite la montaña de Alicante, conozca su gran valor paisajístico y hable con los afectados para que tenga conocimiento de lo que está ocurriendo».

Las cifras de la bacteria

Hasta la fecha, la Conselleria ha confirmado hasta ocho brotes distintos de esta plaga, que ya afecta a 200 parcelas en 22 municipios de las dos comarcas de la Marina y El Comtat. El Plan de Contingencia que está aplicando Agricultura contempla la tala de todos los almendros y otro tipo de vegetación plantada en un radio de 100 metros de cada uno de los focos, lo que supondrá la destrucción de más de 55.800 almendros, de los que ya se han triturado más de 10.000. Igualmente, también prohibe volver a plantar cualquier otra especie en estos terrenos por un periodo de cinco años.

Desde el primer momento, las agrupaciones de afectados se mostraron contrarios a este plan al considerar que no es efectivo y que no está sirviendo ni mucho menos para controlar la plaga.