Agricultores afectados por la Xylella fastidiosa exigieron ayer a la conselleria de Agricultura que deje de arrancar almendros hasta que finalice la campaña de recolecciónalmendros , que podría demorarse, como máximo, durante un mes. Lo hicieron después de que operarios de Tragsa, la empresa contratada por la consellera Elena Cebrián para arrancar y triturar árboles, cumplieran a rajatabla con la «tregua» de 24 horas dada a los propietarios de una finca en Benimantell y, escoltados por tres patrullas de la Guardia Civil, accedieran a esta parcela para talar todos los árboles afectados por el segundo foco de la plaga.

Además de este municipio, las brigadas están actuando también en otros dos pueblos del interior de la Marina Baixa: Tárbena y Benifato, donde según explican los afectados, se están cortando árboles enfermos y sanos «llenitos de almendras». Por eso, además de reclamarlo ayer públicamente, acudirán el próximo lunes a Valencia para reunirse con el secretario autonómico de Agricultura, Francisco Rodríguez Mulero, y trasladarle en persona su petición.

La trituradora arrasa campos de almendra en plena campaña de recolección

La trituradora arrasa campos de almendra en plena campaña de recolección

La llegada de los equipos a la finca de Benimantell donde se detectó el primer foco de Xylella en la Comunidad, se produjo en torno a las ocho de la mañana, en un ambiente de lo más tenso. Hasta el lugar se habían desplazado más de una veintena de agricultores para ver llegar a las brigadas. A diferencia de lo ocurrido otras veces, donde lograron parar las máquinas, esta vez los afectados no hicieron intento alguno de dificultar su labor. Había de por medio una orden judicial y todos la iban a acatar. Pero su presencia puso nerviosos a los responsables de Conselleria. Y, más aún, cuando los agricultores comenzaron a aplaudirles y a gritar «Viva la conselleria de Agricultura». «Lo están haciendo tan bien que no se merecen otra cosa», dijeron con ironía.

«Somos muchas familias viviendo de esto y que estamos teniendo muchas pérdidas. Después de un año se ha visto que el plan de erradicación que están haciendo no sirve de nada, así que qué más les da, que dejen de triturar y nos den más tiempo», exigieron.