Turistas pasados por agua. Los miles de visitantes que estos días disfrutan de sus vacaciones en Benidorm convirtieron ayer su sombrilla o colchoneta en un improvisado paraguas para refugiarse de una intensa tromba de agua que paralizó a la capital durante algo menos de una hora en la mañana de ayer y que terminó llenando los bares y restaurantes de la localidad.
Así las cosas, el presidente del colectivo de bares y restaurantes de la ciudad turística (Abreca), Javier del Castillo, admitió ayer que la lluvia, en este momento del año, siempre «beneficia». Así las cosas, las mesas de los bares hicieron ayer competencia directa a la playa, ya que hasta pasado el mediodía el sol no volvió a brillar en la ciudad de los rascacielos. Una circunstancia meteorológica que animó a los miles de visitantes que estos días pernoctan en la ciudad a reservar un menú para comer en un restaurante en lugar de hacerlo en la hamaca frente al mar. De hecho, Javier del Castillo cifró en alrededor de un 10% el aumento de recaudación que los restaurantes registraron ayer con respecto a cualquier otro día del verano.
A todo ello, hay que añadir que la impresionante tombra de agua que asoló ayer la ciudad de los rascacielos, llegando a dejar 17 litros por metro cuadrado durante media hora, se produjo en pleno puente de agosto. Se trata del momento estrella del verano y, de hecho, Benidorm ha alcanzado su máxima ocupación del año durante estas jornadas lo que explica que ayer los hosteleros pudieran frotarse las manos. «En el momento de la lluvia los bares seguían vacíos, pero después de la tromba de agua que ha caído muchos visitantes han optado por reservar para comer en lugar de volver a la playa», detalló ayer el presidente de Abreca.
De hecho, las playas mostraban a media mañana de ayer una estampa inédita al estar prácticamente vacías. Sólo algunos valientes se atrevieron ayer a resistir en la hamaca y disfrutar de la lluvia desde la arena, aunque en algunos momentos las precipitaciones se intensificaron hasta el punto de llegar a recogerse 60 litros por metro cuadrado, como explicó el portavoz del gobierno local, José Ramón González de Zárate.
Incidencias y críticas
«Ha sido una barbaridad», indicó el edil del PP, quien explicó que dos colectores, uno en Poniente y otro en Levante, registraron problemas en la canalización de aguas pluviales. De hecho, en el área del Rincón una tubería llegó a averiarse y el gobierno local planea ya repararla la próxima semana. También los fallos en el colector del parque de Elche obligaron a cortar el tráfico durante un pequeño espacio de tiempo para proceder a las tareas de limpieza.
El grupo socialista aprovechó para arremeter contra la gestión del PP. «El gobierno no ha sido capaz de resolver el problema de las aguas pluviales a pesar del dineral que ha gastado en los últimos años», lanzó el portavoz del PSOE, Rubén Martínez.
