El pase a semifinales de la selección inglesa provocó que los hinchas que seguían el partido ayer desde Benidorm desataran su euforia. Una celebración que acabó descontrolándose y obligando a la Policía Nacional a intervenir para dispersar a los ingleses que se agolpaban en las calles de la conocida «zona guiri».

El partido de Inglaterra acabó con victoria de dos goles frente a Suecia, un triunfo que animó a los que se congregaron en estas calles a seguir con la fiesta que habían comenzado horas antes con litros de cerveza en las terrazas, bares y hoteles donde pasan sus días de vacaciones. Como ya ocurrió con otros partidos de la selección inglesa, el despliegue policial, tanto de la Policía Nacional como de la Policía Local, se repitió ayer por calles como Mallorca o Gerona y delante de los bares donde más aficionados se concentran en estos días de partido. Según las fuentes consultadas por este diario, durante el partido, se congregaron entre 8.000 y 12.000 personas.

El número de agentes fue mayor este sábado para intentar evitar que se produjeran incidentes como los de las últimas semanas en que la celebración de una de las victorias acabó con la luna de un coche rota por un hincha. Además, el tiroteo sucedido el pasado miércoles en la calle Mallorca, aunque no tenía nada que ver con el fútbol, también provocó el aumento de la vigilancia policial.

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La Policía interviene en la zona inglesa de Benidorm para evitar incidentes

El trabajo de ayer de los efectivos consistió en cortar las calles donde se iba a agolpar más gente. Durante el partido, se mantuvo la vigilancia. Según explicó el concejal de Seguridad Ciudadana, Lorenzo Martínez, el protocolo establece el desalojo paulatino de los locales donde se apaga la música y se clausuran las terrazas para que los asistentes abandonen la zona.

En ese proceso, ayer, la actitud de los turistas ingleses hacia los agentes acabó con la intervención de la Policía Nacional quien llegó a la «zona guiri» ataviados con cascos y escudos protectores. Las provocaciones de los aficionados cuando la Policía circulaba por delante acabó con el lanzamiento de detonaciones sonoras para dispersar a los grupos que gritaban en la calle así como actuar contra algunos de los hinchas.

«Ha habido un gran trabajo de coordinación policial que ha evitado disturbios graves», explicó el edil. «No hubo ningún incidente importante que lamentar más allá que los excesos de aquellos que estaban de celebración» o los comportamientos que se dan en cualquier evento deportivo de este nivel, añadió.

Casi dos horas después, la situación en la zona tras el despliegue policial se normalizó y se reabrió el tráfico: «La Policía Nacional y la Policía local han hecho un trabajo ejemplar».

Inglaterra jugará al menos un partido más, el de semifinales. Así que Benidorm volverá a desplegar a la Policía para vigilar la zona y evitar incidentes como los de ayer, que aunque menores, obligaron a intervenir a los agentes.