La escalada de violencia y el clima de inseguridad ciudadana registrado en las últimas semanas en la conocida como «zona guiri» de Benidorm ha llevado al Ayuntamiento de la ciudad a decir basta y a pactar con la Policía Nacional una serie de medidas para atajar de manera urgente lo que allí está ocurriendo. Calles como la zona Mallorca, aparentemente inofensiva a plena luz del día, se convierten al caer la noche en todo un polvorín, como pudo observarse la noche del pasado miércoles. Un tiroteo entre bandastiroteo entre bandas, relacionado supuestamente con el tráfico de droga, dejó a tres personas heridas de bala de distinta consideración: un turista británico que se encontraba en esos momentos en uno de los locales y que ayer ya fue dado de alta; y dos marroquíes que, al parecer, la Policía tendría de sobra fichados por sus numerosos antecedentes penales, entre ellos amenazas, coacciones y extorsión a empresarios de la zona, según confirmaron fuentes policiales. Por ahora no hay detenidos, aunque se sospecha que los tres atacantes podrían pertenecer a otra red formada por ciudadanos de países del Este, a la que el clan de los marroquíes se habría enfrentado en los últimos meses.

Este último hecho ha sido el que, al parecer, habría colmado el vaso, pero no el único. Empresarios, vecinos y trabajadores de calles adyacentes a Mallorca, como Lepanto o Gerona, están hartos de denunciar públicamente la inseguridad que reina en esta área de la ciudad, donde las peleas entre turistas totalmente ebrios, los hurtos, las agresiones o la actuación de estas mafias de la droga son una constante noche tras noche. La celebración del Mundial de Fútbol de Rusia y, con él, la avalancha de aficionados para ver los partidos de Inglaterra ya arrojaron días atrás algunas imágenes que han dado la vuelta al mundo, con hinchas exaltados haciendo todo tipo de tropelías. A ello se unió el martes una paliza a un cómico británico que actúa en locales de la zona, a la que siguió el miércoles por la noche el tiroteo entre clanes de la droga.

Sanciones de 1.200 euros

Ante todo ello, el gobierno local de Benidorm, que hoy mismo va a celebrar una reunión de trabajo con la Policía Nacional para abordar este asunto, ha decidido retirar de inmediato las licencias con las que ahora cuentan los pubs y discotecas para tener relaciones públicas en la calle. El edil de Seguridad, Lorenzo Martínez, explicó que, según los datos que maneja la Policía, estos grupos organizados aprovecharían la figura del captador de clientes que reparte publicidad o invita a chupitos en los locales para camuflar a sus propios camellos y que éstos puedan trapichear y ofrecer droga a los turistas. Y que éste es uno de los principales focos que genera la inseguridad en la zona.

El edil explicó que los pubs podrían enfrentarse a sanciones de hasta 1.200 euros por incumplir la prohibición y confía en que, con ella, se complicará la labor a estos grupos organizados.

Igualmente, Ayuntamiento, Policía Local y Nacional van a destinar patrullas fijas y permanentes en distintos puntos de la zona inglesa, con el fin de que la presencia policial disuada a los delincuentes y también a los turistas de los excesos a los que están habituados cuando vienen de vacaciones a Benidorm.

Por último, también el departamento de Seguridad ultima un proyecto para instalar cámaras de vigilancia en la calle Mallorca, como las que ya existen para el tráfico, por ejemplo, en la intersección entre la calle Gerona y la calle Cuenca, para así ampliar el control sobre lo que ocurre en esta área de la ciudad. El edil Martínez indicó que las mismas podrían estar instaladas en un par de semanas, si no hay impedimentos. El concejal también añadió que están a la espera de confirmación oficial por parte de la Comisaría Provincial del Cuerpo Nacional de Policía, para convocar una reunión urgente de la Junta Local de Seguridad Ciudadana donde abordar éstas y otras medidas.

Un pinchazo de ruedas, el desencadenante

Fuentes policiales consultadas por este diario explicaron que el enfrentamiento entre las dos bandas implicadas en el tiroteo del miércoles por la noche viene de largo. Al parecer, hace un par de meses sus integrantes se cruzaron denuncias que acabaron con órdenes de alejamiento mutuas, lo que hizo que el grupo formado por ciudadanos del Este acabara replegándose y marchándose de la zona. Las mismas fuentes señalaron que la noche del miércoles, antes del tiroteo, habría aparecido el coche de uno de los miembros de la banda del Este con las ruedas pinchadas, un hecho que podría haber desencadenado el ataque que se produjo después.