«No solo es necesaria la comprensión por parte de la sociedad de lo que significa no ver y no oír, también es esencial transmitir que todas vuestras demandas van acompañadas de un deseo profundo: vivir vuestra vida de forma completa y plena». La Reina de España, Letizia Ortiz, alabó ayer en Benidorm el esfuerzo que realizan las personas sordociegas por romper las barreras con las que se encuentran día a día y lograr una integración social plena. Lo hizo durante la celebración del Día Internacional de las Personas Sordociegas, uno de los actos centrales de un congreso mundial organizado por la Federación de Asociaciones de Personas Sordociegas de España (Fasocide), en el que durante una semana se han dado cita unas 600 personas llegadas de una treintena de países.

La plaza de Sus Majestades los Reyes de España fue ayer el escenario de este acto, con el que se dio por concluida la quinta asamblea general de la Federación Mundial de Personas Sordociegas (WFDB) y la décimoprimera Conferencia Mundial Hellen Keller, que toma su nombre de esta escritora y activista estadounidense fallecida hace ahora 50 años. Allí, doña Letizia no sólo acompañó y apoyó las reivindicaciones de este colectivo, del que se calcula que hay unos 6.000 afectados en toda España, sino que también hizo suyas muchas de sus demandas, todas ellas, a su juicio, «cuestiones muy básicas para el desarrollo integral de cualquier ser humano».

De ahí que la Reina abogara por «reducir la vulnerabilidad» con la que tienen que luchar diariamente las personas afectadas; «trabajar para lograr la accesibilidad universal, la integración y la inclusión plena; el reconocimiento de la sordoceguera como una discapacitadas única y diferenciada; o el acceso universal a los servicios de guías e intérpretes», básicos para facilitar la comunicación a estas personas. Sobre estos últimos, Letizia Ortiz también quiso hacer una mención especial. Y, tanto en su discurso como en los momentos que pudo compartir después con muchos de los participantes en este congreso, la soberana destacó la función que realizan de apoyo a los sordociegos: «Sin vuestra labor sería imposible el desarrollo de estas personas», dijo la Reina, tras lo cual pronunció una de las frases que más sentimientos despertó al público: «Conseguir que una persona sordociega salte por encima de la oscuridad y del silencio es un logro admirable».

Mismos derechos y oportunidades

La conmemoración de esta jornada internacional comenzó mucho antes de que llegara la Reina. Alrededor de las 9.30 de la mañana comenzaron a llegar al Ayuntamiento los casi seiscientos participantes que han estado durante todos estos días en el congreso de la WFDB, que fueron trasladados desde el Hotel Bali, donde se han desarrollado todas las jornadas, hasta la plaza del Ayuntamiento en una docena de autobuses. Allí, tanto el alcalde de Benidorm, Toni Pérez, como los presidentes de la federación nacional Fasocide, Francisco Javier Trigueros, y su homólogo en la WFDB, el noruego Geir Jensen, se dirigieron a los asistentes para agradecer la buena acogida de este evento por parte de la ciudad y destacar los logros conseguidos por este colectivo en los últimos tiempos: «Hemos demostrado que las personas sordociegas somos capaces de liderar nuestra propia lucha», dijo Trigueros.

A continuación, y una vez que ya se habían incorporado al acto tanto la reina de España como la ministra de Sanidad, Carmen Montón; el presidente de la Generalitat, Ximo Puig; el recién nombrado delegado del Gobierno en la Comunidad, Juan Carlos Fulgencio, y el todavía subdelegado en Alicante, José Miguel Saval, una docena de delegados de Fasocide subieron al estrado para dar lectura a un manifiesto. En él, a grandes rasgos, reclamaron el objetivo final que hace tiempo les llevó a unir sus fuerzas a través de distintas asociaciones: alcanzar los mismos derechos que el resto de la ciudadanía y exigir a las administraciones públicas un papel activo para conseguir este reto.

Fomentar la investigación en el uso de nuevas tecnologías que ya están siendo una gran revolución en el acceso de estas personas a la comunicación y a la información; facilitar la inclusión social y la participación plena de los sordociegos en todas las facetas; diseñar políticas específicas que garanticen los derechos fundamentales y la igualdad de oportunidades; apoyo específico para mujeres y niñas con sordoceguera, que han de sufrir aún más discriminación que sus compañeros varones; o el reconocimiento de la sordoceguera como una discapacidad única y diferenciada fueron otras de las peticiones expresadas por los representantes de esta federación, además de la elaboración de un censo oficial para conocer la cifra real de personas afectadas por la falta de vista y oido en nuestro país.

Para finalizar, la Reina se reunió con delegados nacionales e internacionales de este colectivo y firmó en el libro de honor del Consistorio, antes de unirse al resto de participantes para compartir unos instantes de fotos, abrazos y conversación.