La zona naranja de estacionamiento regulado para la temporada estival que arrancó el pasado viernes está levantando de nuevo las críticas de los vecinos de la Cala de La Vila Joiosa. Si el pasado año, los residentes criticaban que se hubiera instaurado esta medida en esta zona de playa, el cambio de ubicación de algunas plazas a la primera línea ha hecho que ahora denuncien cómo les afecta esta cuestión cada vez que hay mercado.
Y es que cada martes y sábado los puestos se instalan en la calle Tramuntana para vender el género. Hasta ahora, según explicaron los vecinos a este diario, los vehículos de los comerciantes utilizaban el parking en primera línea de playa para aparcar sus vehículos. El problema desde el 15 de junio es que ese espacio en primera línea ahora es de pago después de que las plazas de zona naranja de la calle Tramuntana se hayan trasladado a ese aparcamiento. Así que, mientras trabajan, tienen que pagar a 0,90 euros la hora.
Por ello buscan otros lugares para dejar sus furgonetas. Los residentes indicaron que «aparcan en pasos de cebra y las curvas de las rotondas», lo que provoca molestias. Pero además también «lo hacen en doble fila» e incluso en espacios reservados para motocicletas. Con todo, los vecinos también mostraron su malestar porque el cambio de plazas «se ha hecho con prisas y claro afán recaudatorio». Tal y como publicó este diario, ese movimiento lo hizo el Ayuntamiento precisamente porque donde estaban antes, por el mercado de dos días y el que se monta todas las noches, no se podían usar esas plazas.
No es la primera vez que los vecinos muestran su malestar. El pasado año ya se hizo una especie de protesta encubierta dejando las plazas naranjas vacías, algo que se repite desde el pasado viernes. Pero además, recogieron cerca de 1.800 firmas contra la implantación del estacionamiento regulado en la Cala que está activo todos los días de la semana.