Nueva intentona del centro comercial de Finestrat para evitar la implantación de una gran superficie en Benidorm que le haga competencia. Esta vez por la vía jurídica. Así, la mercantil Comercial Inversora Promar Sur, que gestiona el complejo La Marina, ha presentado un recurso contencioso administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Comunidad Valenciana para intentar revocar el acuerdo aprobado, en mayo del pasado año, por el pleno benidormense con el que se levantaba el veto a los centros comerciales en todo el término municipal. Así se desprende de un decreto, al que ha tenido acceso este diario, con el que se autoriza que la administración local se persona en este procedimiento como parte demandada.
La modificación puntual número 19 del Plan General de Benidorm reinterpreta el artículo 112 de la carta urbanística, aprobada en 1990, para acabar con el tope impuesto sobre el espacio que pueden llegar a ocupar los establecimientos comerciales. Hasta hace menos de un año las superficies de alimentación no podían superar los 750 metros cuadrados mientras que los locales comerciales sólo podían construir sobre terrenos de 1.500 metros cuadrados o menos.
Este pequeño retoque de la carta urbanística benidormense, que sobre papel apenas es significativo, es clave para el futuro de la capital de la Costa Blanca, pues permite la implantación de centros comerciales en la ciudad de los rascacielos. Una carencia notable para una localidad como Benidorm, que supera los 50.000 habitantes. Hasta ahora esta situación ha tenido un gran beneficiado, el complejo La Marina, levantado en término municipal de Finestrat pero situado a escasos kilómetros del municipio turístico.
Viejos enemigos
Esta cercanía ha propiciado que durante años, la gran superficie de Finestrat haya acaparado las compras de muchos vecinos y turistas, convirtiéndose en el peor enemigo del pequeño comercio benidormense, agrupado en la asociación Aico. De hecho, como ya publicó en su momento este periódico, La Marina ha llegado a ingresar 37 millones de euros al año procedentes de Benidorm. Casi nada.
Por todo ello, no es de extrañar que el centro comercial de Finestrat quiera poner el mayor número de trabas posibles a la llegada de la primera gran superficie a Benidorm, que lleva planeando desde hace años sobre el polígono industrial de la ciudad de los rascacielos, para el cual ya hay un proyecto sobre la mesa de la mercantil Unibail Rodamco. Así, a falta de algunos trámites urbanísticos, la citada empresa tiene ya prácticamente vía libre para comenzar a levantar la instalación.
Esta cuenta atrás podría verse ralentizada con la nueva maniobra legal del centro comercial La Marina. Una contencioso administrativo con el que también amenazó en su momento el pequeño comercio de Benidorm pero que, sin embargo, no llevará a cabo, como se anunció hace unas semanas. Lo que sí hicieron tanto el complejo de Finestrat y una gran superficie alimentaria como los comerciantes de Benidorm fue presentar alegaciones contra el cambio urbanístico, que fueron desestimadas.
Por ahora, sólo el centro comercial La Marina ha decidido continuar con su guerra contra la que sería la primera gran superficie de Benidorm y plantar batalla legal vía contencioso administrativo. La edil de Urbanismo, Lourdes Caselles, mostró su convencimiento de que el recurso planteado por el complejo de Finestrat «no prosperará» y aseguró que este procedimiento no afecta a los trámites que quedan pendientes para materializar por fin el proyecto de Unibail Rodamco.
