Toallas a modo de toldo, carteles de precios en muy mal estado, sillas altas -parecidas a las de los árbitros de tenis- en mitad de los pasillos para controlar el puesto... Elementos que, en definitiva, le otorgan una imagen nada glamurosa a diversas tiendas de la avenida Jaime I de Benidorm, una de las principales arterias comerciales de la ciudad.
La Junta de Gobierno aprobó ayer el proyecto de la segunda fase de renovación de esta vía, en la que el Consistorio invertirá 633.000 euros y le dará un buen lavado de cara con nuevo pavimento, arbolado, asfaltado, carril-bici, etcétera. Los comerciantes están encantados pero el alcalde, Toni Pérez, les ha lanzado un mensaje claro: «Nosotros, como Ayuntamiento, hemos hecho lo que teníamos que hacer. Ahora les toca a ellos poner de su parte». Con este comentario, el primer edil insta a los comerciantes a mejorar sus establecimientos y cuidar todos esos detalles que afean la avenida en su conjunto.
Pérez, de hecho, afirma que hay negocios que «ya se han puesto las pilas y van en la línea de la nueva imagen que pretendemos darle a Jaime I, como alguna cafetería o franquicias que se han instalado allí». El alcalde, no obstante, entiende que la situación de cada empresario es diferente, por lo que no va a imponer ninguna medida coercitiva para conseguir este cambio.
No obstante, el colectivo de comerciantes de Jaime I parece que ha recogido el guante de una manera positiva. El representante de los negocios de esta avenida, Hany El Erian, asegura que están dispuestos a promover modificaciones y, de hecho, se han planteado programar reuniones con el fin de establecer unos criterios estéticos que otorguen a la zona un mejor aspecto. «No podemos obligar a la gente a hacer grandes inversiones pero sí unos mínimos, como colocar carteles en condiciones, tenerlo todo limpio, etcétera. Pequeños detalles que pueden ayudar a que todo luzca mejor», manifiesta El Erian, además de precisar que «hay problemas, como el de las toallas que colgaban algunos comerciantes, que desaparecerán ahora, ya que lo hacían para evitar que sus productos se vieran afectados por el sol. Con el arbolado este asunto quedará zanjado».
El alcalde de Benidorm recalca que en otras zonas de la ciudad, donde se ha actuado, los propios comerciantes han invertido para mejorar sus negocios, como la calle Gambo, la zona del Torrejo o la calle Alameda. «Este tipo de actuaciones son una locomotora de inversión para los dueños de los locales. Si la zona no acompaña se produce un efecto de desilusión en el propio comerciante», reseña.
El presidente de Asociación Independiente de Comerciantes de Benidorm (Aico), Raúl Parra, señala que están trabajando en una propuesta de ordenanza de estética y ornato «para que el Ayuntamiento tenga armas para poder actuar sobre el estado de las fachadas». Sin embargo, son conscientes de que muchos de estos negocios llevan «ocho años pasándolo fatal por culpa del estado en el que se encontraba esta avenida, por lo que hay que ser pacientes», dice.
