Antonia Magdaleno, la administradora concursal de la promotora de los rascacielos In Tempo de Benidorm, ha recibido alrededor de 20 incidencias en relación al primer informe que llevó a cabo tras nombrarla el juez para llevar a cabo el concurso de acreedores. El motivo: la falta de colaboración de dicha mercantil, Olga Urbana, según apuntaron fuentes vinculadas al propio despacho de Magdaleno.
Dichas reclamaciones o aclaraciones que solicitan los acreedores pueden tener que ver, según estas mismas fuentes, con que no están de acuerdo con la clasificación que se ha realizado de su crédito (si se ha estipulado como privilegiado, contra la masa, etcétera) o bien con la cuantificación del mismo.
La propia Magdaleno ya apuntó a este diario el pasado mes de mayo que Olga Urbana «ni siquiera se ha personado en el concurso, las oficinas sociales no existen y la única documentación a la que he tenido acceso es la que pude conseguir en una caseta de ventas y poco más. Si le añades el cierre del Registro Mercantil por no presentación de las cuentas desde hace años, ya te da indicios de cómo ha sido gestionada», reseñó.
Este periódico se ha tratado de poner en contacto en varias ocasiones con Olga Urbana sin éxito. Desde el fallecimiento del principal socio de la compañía, José Ignacio de la Serna, no hay manera de encontrar a alguien que quiera dar algún tipo de explicación sobre los asuntos de esta mercantil alfasina. Ni siquiera el yerno de De la Serna, que durante mucho tiempo fue una de las personas que le llevó varios asuntos vinculados a esta construcción.
La promotora de estas torres, las más altas de Europa para uso residencial, tiene una deuda de 141 millones, la mayor parte con la Sareb, que heredó un crédito de 93 millones de euros de Caixa Galicia. Precisamente, el «banco malo» fue quien instó al concurso de acreedores de la mercantil en diciembre.
Cabe recordar también que algunos de los pequeños acreedores han llegado a denunciar que la Sareb instó al concurso porque, de alguna manera, presuntamente, pretende limpiar los edificios de deuda de cara a una posible venta, «ya que hasta el momento, el banco malo, está actuando con la gestora real de In Tempo», determinaron. De hecho, algunos de los acreedores particulares -compradores de vivienda- mantuvieron una reunión en Alicante hace algunos meses para unirse, de cara a reclamar su deuda y no perder el dinero que invirtieron.
De momento, el equipo de Antonia Magdaleno trabaja en todas estas incidencias que, en el caso de que lo que solicitan sea cierto, se añadirán al informe que en su momento entregó al Juzgado Mercantil 1 de Alicante, que es desde donde se está instruyendo este caso. Las fuentes del despacho de la administradora también subrayan que asuntos como los del In Tempo «son bastante complejos y pueden alargarse en el tiempo».
Antonia Magdaleno, lo que tiene claro, es que para Olga Urbana no hay otra salida que la liquidación, debido a la situación insostenible en la que se encuentra. No obstante, todavía no se ha tramitado dicha petición.
Investigando la situación
La administradora concursal también aseguró hace un mes que ha abierto una investigación para saber el uso real que la empresa constructora hizo de los créditos que recibió para levantar ambas moles de hormigón, que se encuentran finalizadas al 96%. Pretende conocer si se cometió algún tipo de irregularidad, ya que admite que tiene sus «sospechas» al respecto.
