La mercantil Olga Urbana, propietaria de la torre In Tempo de Benidorm, el rascacielos más grande de Europa con 180 metros de altura, ha iniciado la búsqueda de inversores extranjeros para vender el edificio y poder afrontar sus cargas financieras, entre ellas un préstamo de 93 millones, otorgado en 2005 por la extinta Caixa Galicia.

Desde finales del pasado año, el crédito está, por imperativo legal, en poder de la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), conocida en el argot financiero como «banco malo».

Fuentes oficiales de la sociedad Olga Urbana confirmaron ayer a este periódico la ronda de contactos con distintos inversores internacionales, entre ellos un grupo alemán, otro de Rusia e incluso de los Emiratos Árabes o Sri Lanka. «Es algo lógico. Cuando decidimos hacer la torre era para venderla y éste es nuestro objetivo», señalaron esas fuentes que precisaron que, obviamente, sólo está en venta la parte del inmueble no adquirida hasta ahora, es decir, aproximadamente un 30% del total de los 269 apartamentos de la torre en sus 45 plantas.

La mercantil siempre, según las mismas fuentes, baraja dos alternativas para vender el 70% de apartamentos pendientes: bien de manera directa o que el grupo inversor pase a formar parte del accionariado de Olga Urbana.

Las misma fuentes aseguraron que, tras el paso del crédito de 93 millones al «banco malo», los responsables de la firma han mantenido reuniones con los dirigentes de la Sareb, fruto de las cuales ha surgido un doble compromiso: primero acabar las obras de la torre antes de finalizar el año y, en paralelo, aplazar hasta esa fecha el pago del crédito (intereses y principal).

Esas fuentes declinaron desvelar el monto de esa deuda financiera que la sociedad tiene que afrontar antes de que finalice el año.

«Hay un control de todos los pasos», subrayaron. «La mercantil esta corriente del pago de todas las certificaciones relacionadas con obras de In Tempo, que se acabarán en el plazo previsto», recalcaron las fuentes de la mercantil. Este comunicante lamentó la negativa influencia para los intereses de la promotora que han acarreado a últimas noticias relacionadas con las obras de In Tempo, «algunas tan descabelladas como que se olvidó hacer el hueco para el ascensor».

La Sareb adquirió el préstamo de 93 millones otorgado a Olga Urbana para levantar el edificio In Tempo como consecuencia de los acuerdos entre el Gobierno y la Unión Europea para el saneamiento de los activos financieros (préstamos, viviendas y suelo) inmobiliarios de las entidades nacionalizadas. Entre ellas, se encontraba Novagalicia, fruto de la fusión de Caixa Galicia y Caixa Nova.

El «banco malo» se hizo con el crédito a la baja. Pero el organismo bancario no ha desvelado el coste de la operación, sólo que la media de los descuentos de todas sus operaciones ha sido del 50%.

No obstante, Olga Urbana tiene que hacer frente al préstamo en las mismas condiciones y cantidad que refleja la primitiva póliza, es decir, 93 millones de euros.