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Benidorm

De las cubas a la garantía al abrir el grifo

El Ayuntamiento reconoce la labor del Consorcio de Aguas de la Marina Baixa en sus 37 años de historia como «ejemplo de éxito y solidaridad» en la gestión hídrica

De las cubas a la garantía al abrir el grifo

Las crisis del agua de 1969 y, sobre todo, de 1978, provocadas por la acuciante falta de lluvias, marcaron un antes y un después para la comarca de la Marina Baixa. «Se vivieron episodios de sequía quizás idénticos a los actuales, pero fueron momentos muy difíciles porque no disponíamos de los recursos de ahora que hacen que el agua esté garantizada», recordó ayer la presidenta de la Diputación Provincial y del Consorcio de Aguas de la Marina Baixa, Luisa Pastor. Ayer, el Ayuntamiento de Benidorm reconoció la labor desarrollada por este último organismo, constituido oficialmente en octubre de 1977 y formado por siete municipios -l'Alfàs del Pi, Altea, Benidorm, Finestrat, Polop, La Nucía, La Vila Joiosa-, la Diputación Provincial y la Confederación Hidrográfica del Júcar, como ejemplo de «eficiencia, solidaridad y lucha sin colores políticos para que todos los municipios puedan disponer del agua que necesiten», según destacaron el alcalde, Agustín Navarro, y el edil de Aguas, José Marcet, en el acto institucional por el Día Mundial del Agua.

La concesión de este premio hizo que ayer, en torno al salón de plenos, se rememoraran numerosas anécdotas que dan cuenta de la labor desempeñada por el Consorcio. «En el año 78, con otro compañero del hotel Tropicana, íbamos en furgonetas a las fuentes de Polop para traer agua y luego repartíamos botellas de dos litros a cada turista. Había extranjeros que, incluso, se bajaban a la piscina con la pastilla de jabón para poder asearse. Aquello fue la muerte del turismo alemán, pero Benidorm logró resistir», explicaba Francisco Ruiz, histórico sindicalista del sector de la hostelería y secretario de Relaciones Institucionales de UGT en l'Alacantí-Les Marines.

Luego vendrían los buques de la Armada y los camiones cisterna para suministrar tanto a la ciudad como a La Vila Joiosa, la perforación de los pozos de Beniardá y otra serie de actuaciones potenciadas por el propio Consorcio para reaprovechar hasta la última gota de agua y cubrir las necesidades de vecinos y regante y, a su vez, seguir potenciando el desarrollo turístico.

La presidenta del ente, y mujer de quien fuera uno de los impulsores de buena parte de las infraestructuras que permitieron la actual gestión integral del agua, el fallecido José Ramón García Antón, explicó las particularidades de funcionamiento de este ente: «Benidorm y otros municipios costeros de la comarca no tienen agua por sí mismos, pero sí generan mucha agua residual. El éxito del Consorcio es que se logró que municipios que sí tienen reservas y acuíferos, como Callosa, Beniardá o Polop, cedieran el agua potable a los que no tienen para poder beber; que los regantes cedieran sus derechos sobre esas aguas blancas y, a cambio, todas las residuales que produce Benidorm se reutilicen para el riego, una vez depuradas».

Para la presidenta de la Diputación, el de la Marina Baixa es un modelo «de éxito no sólo en España sino también a nivel internacional y perfectamente exportable a otras zonas de la provincia que tienen problemas similares, como la Marina Alta», por lo que trasladó la apuesta del organismo provincial en «concienciar a los alcaldes de otras zonas a imitar este modelo que les ahorraría muchos problemas», dado que «sin quitar nada a nadie, el agua puede llegar desde donde sobra hasta donde se necesita».

Triple agradecimiento municipal

Por su parte, el alcalde, Agustín Navarro, realizó en su discurso tres agradecimientos distintos. Por un lado, al Consorcio de Aguas por su labor, que ha «ayudado a crecer a Benidorm turísticamente». «Ha sido un ejemplo de cómo gestionar ante la escasez los recursos hídricos de forma sostenible y transparente para garantizar el uso turístico de este preciado elemento», destacó. Asimismo, agradeció también a los vecinos de los diferentes municipios de la comarca «su solidaridad con el agua para que Benidorm pudiera seguir siendo un referente turístico internacional. Sin la comarca, Benidorm no sería lo que es». Por último, trasladó a Luisa Pastor que la ciudad «nunca estará suficientemente agradecida a José Ramón García Antón por todo lo que hizo por este municipio».

Escasa representación popular

La entrega de este reconocimiento al Consorcio de Aguas reunió a un nutrido grupo de representantes públicos y políticos. Además de numerosos miembros de la Corporación y personal de este organismo de aguas, junto a Luisa Pastor recogieron la distinción el alcalde de Polop, Gabriel Fernández, y la edil alfasina y diputada provincial, Genoveva Tent, ambos del PSOE. También estuvieron el presidente de Hosbec, Antonio Mayor; representantes sindicales o de distintas asociaciones, así como los diputados Encarna Llinares (PSOE) y Agustín Almodóbar (PP) y los alcaldes de Benifato y Guadalest, también del PP pero no integrados como tales en el Consorcio, sino a través de la Diputación Provincial.

Llamó la atención, no obstante, la ausencia de alcaldes y concejales populares de municipios que sí forman parte activa en este ente, como La Nucía, Altea, La Vila o Finestrat. Callosa d'en Sarrià, que tampoco es miembro directo pero alberga muchas infraestructuras del Consorcio, tampoco envió a ningún representante para arropar en el acto a Pastor.

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