Un caso de coronavirus detectado el domingo en un niño ha obligado al Club Náutico de Santa Pola a clausurar precipitadamente uno de los campus de actividades de verano que estaba realizando en la Gran Playa de Santa Pola, que contaba con la participación de una treintena de alumnos. El niño acudió el domingo al centro de salud de la villa marinera tras sentirse indispuesto y, tras ser evaluado, acabó dando positivo en el test del covid-19 La voz de alerta saltó después de que los responsables sanitarios tuvieran constancia de que este niño se encontraba actualmente participando en un campus de actividades náuticas y, por lo tanto, en relación directa con decenas de menores.
Las autoridades sanitarias se pusieron en contacto con los responsables del Club Náutico santapolero para advertir de que el curso estival se tenía que dar por finalizado de forma inmediata. «Hemos clausurado el campus en la playa siguiendo las indicaciones de las autoridades y también hemos informado a los padres de todos los menores participantes del motivo del cierre. No queremos ser alarmistas pero creemos que debemos informar con rigurosidad», explicaba ayer el propio presidente de la entidad, Pascual Orts.
Desde el Club Náutico también se han enviado al centro de salud de Santa Pola los datos de todos los niños que estaban participando en este campus para que se señalice la trazabilidad de los contactos de los menores implicados y, de esta forma, se pueda controlar con las máximas garantías posibles la extensión del posible foco de nuevos contagios de covid-19. Los menores tendrán que guardar ahora una cuarentena de quince días y los monitores del campus santapolero también tendrán que realizar test PCR para conocer en qué condiciones se encuentran.
«Estamos en contacto con los responsables de salud de Santa Pola y de epidemiología del Baix Vinalopó para acotar al máximo un posible brote», añadió ayer Orts en relación al curso de verano que se ha tenido que interrumpir de forma precipitada tras el positivo por coronavirus de uno de los menores participantes, un campus en el que la treintena de alumnos estaban dando clases de disciplinas deportivas como piragüismo, remo o vela. Previsto con una duración de un par de semanas el curso se ha tenido que cancelar tras la advertencia de unas autoridades sanitarias que también han hecho hincapié en la importancia de mantener una comunicación rápida y fluida con los padres. Ahora ha entrado en juego el trabajo del centro de salud de Santa Pola, que dispone de los datos de los participantes, para que los rastreadores hagan la labor de conexión que evite la propagación de contagios.
UMH
La Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche publicó ayer el primer informe de predicción de la evolución del covid-19 en la Comunidad Valenciana en el que se incide en que no es necesario un control del turismo si se mantiene el distanciamiento social y el uso de mascarillas.
La UMH ha recordado que el detonante de la primera oleada de la pandemia fue la llegada de residentes de otras regiones a la Comunidad Valenciana, ante el cierre de colegios y la recomendación de teletrabajo, previa a la declaración del estado de alarma a nivel nacional.
Ante ello, «mientras no se relajen las medidas de seguridad actualmente existentes como el uso obligatorio de mascarilla o el distanciamiento social y, a la vez, permanezcan controlados los brotes ya existentes no es necesario aplicar al turismo mecanismos de control adicionales como test o cuarentena obligatoria», explicó ayer la UMH.
Se trata de una de las conclusiones del informe sobre la evolución, en los próximos meses, de los efectos del covid-19 en la Comunidad Valenciana, elaborado por tres investigadores del CIO.
