Crevillent da un paso más para que los polígonos industriales cuenten con todas las garantías de acceso y seguridad, una deficiencia que vienen arrastrando desde hace décadas. En el caso del sector I-5, al sur del término municipal, uno de los propietarios del suelo tiene la intención de ejecutar en 2020 la urbanización de más de 23.500 metros cuadrados que servirán para delinear viales e instalar alumbrado público o alcantarillado. El proyecto se está estudiando en el Consistorio y desde el equipo de gobierno aprueban a primera vista este desarrollo parcial, aunque todavía tienen que resolverse algunos trámites para que pueda salir adelante.

En este enclave está instalado un conglomerado de unas doce fábricas y la mayoría se dedican a la producción o distribución de colchones y almohadas de látex, el mismo tipo de actividad que aquellas que han ardido en los últimos años en polígonos como el del Boch, donde llegó incluso a explotar una caldera causando que un trabajador terminase herido de gravedad.

Es por ello que resulta esencial que las industrias cuenten con todas las licencias actualizadas y buenas vías de comunicación con el exterior. En el caso de este sector por urbanizar, al igual que en otros del municipio alfombrero, las naves carecen de licencia de apertura porque los polígonos están sin finalizar a falta de resolver deficiencias, que en muchas ocasiones genera desconfianza hacia las empresas que se quieren instalar, y al mismo tiempo las naves que están ocupadas están trabajando con una licencia que no les corresponde o que proviene del anterior propietario, según indica el asesor inmobiliario David González.

Así se da el caso de que es importante que se urbanice para facilitar que las licencias puedan actualizarse, y que además de hacer más atractivo este espacio se logre una una mayor seguridad, teniendo en cuenta que no hay viales diseñados entre las fábricas, que son espacios de tierra donde se acumula la maleza. Por otro lado, por la noche no hay iluminación en la zona y tampoco cuentan con una red primaria de alcantarillado, como tampoco con zonas verdes que sí plantea el proyecto en las proximidades al barranco, además de una rotonda para acceder. Aunque aún está por determinar el coste total de esta urbanización, la cifra podría ascender al

medio millón de euros.

En este momento, para poder tener todos los permisos vigentes, los impulsores de la urbanización necesitan hacer acometidas como renovar el centro de transformación eléctrica, un sistema costoso (unos 300.000 euros) que servirá para que se reparta eficientemente la energía entre las instalaciones.

Revisión

El alcalde, José Manuel Penalva, reconoce que hay un bloqueo generalizado para desarrollar urbanísticamente los sectores pendientes en Crevillent, por lo que indican que tienen intenciones de revisar el plan general de ordenación urbana de 2011 para estudiar cambios en aquellas zonas que no sean viables.

Una de ellas es esta parte del polígono I-5, ya que el plan general establece que el total de esta zona de uso terciario y dotacional, de más de 343.000 metros cuadrados, deberá desarrollarse al completo, y resulta inviable, en lugar de hacerse por fases. Así las cosas, se está logrando desbloquear el desarrollo de esta unidad porque los actuales técnicos del Consistorio están valorando que se ejecute de forma pormenorizada, es decir, actuando de forma puntual siempre que no haya especulación urbanística, según el experto David González.

Al parecer, hasta el momento había complicaciones por desarrollar al completo el sector porque el plan general contemplaba la construcción de algunas infraestructuras como un puente en altura de más de 100 metros de longitud que comunicaría una parte del polígono con otra, y que resultaría inviable. Además, en esta última zona todavía no se han manifestado intenciones de urbanizar y el suelo se está explotando a nivel agrario.