La Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Santa Pola renovará su sistema para desinfectar de manera automática los residuos que pasan por sus instalaciones mediante un novedoso mecanismo de cloración que servirá para reutilizar el agua con mayor calidad para el regadío. La Entidad de Saneamiento de Aguas (EPSAR) ha sacado recientemente a licitación un proyecto que supera los 297.000 euros y que se ejecutará durante seis meses.

Por ahora, la entidad pública dependiente de la Generalitat Valenciana ha abierto el plazo hasta el 26 de junio para que las empresas que quieran plantear este cambio puedan hacerlo. Hace medio año, el gobierno autonómico exponía el proyecto al Ayuntamiento para pedir su conformidad a este plan, teniendo en cuenta que la depuradora se encuentra en término municipal de la villa marinera, de la misma forma que se ha pedido autorización a Elche porque parte de los terrenos que se verán afectados se ubican sobre monte público titularidad del Consistorio ilicitano.

La idea es instalar un circuito de cloración de agua para mejorar los recursos hídricos obtenidos para reusarse principalmente para regadío, con tal de mejorar la eficiencia del proceso y asegurar más calidad, tal y como durante años han demandado las comunidades de regantes que se nutren de este agua. El proyecto incluirá también un nuevo punto de vertido para certificar las aguas residuales que quedan tras las lluvias. Se trata, por tanto, de un tratamiento terciario y se levantará una piscina de 250 metros cuadrados por donde discurrirán las aguas residuales en forma de laberinto para que el hipoclorito sódico, que tiene poder desinfectante, mate las bacterias para regenerar el agua con uso agrícola u otros, y para ello deberá contar también con la autorización de la Confederación Hidrográfica del Júcar.

Desde la Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente indican que esta medida permitirá tratar toda el agua influente, tanto a nivel medio diario como a nivel punta horario durante todo el año de la localidad. Asimismo, el agua sometida al tratamiento terciario podrá ser conducida a cada una de las lagunas, que son un total de tres, con las que cuenta la EDAR para almacenar de forma temporal el agua tratada o bien para desviarla y evacuarla hacia el punto de vertido autorizado.

Más caudal

Indican, además, que la depuradora de Santa Pola gestiona un caudal máximo de 250 metros cúbicos por hora, por lo que la infraestructura resulta insuficiente para tratar toda el agua que llega. Con esta innovación esta previsto que la capacidad para cubrir el caudal de invierno sea de 6.000 metros cúbicos al día y el de verano 16.000 metros cúbicos, teniendo en cuenta que en temporada estival se multiplica la población, según indican desde el Consistorio. Cuando se ejecute esta medida, el sistema será más automático porque hasta la fecha en algunos casos se cloraba a mano, y por lo tanto el ciclo no era tan eficiente a la hora de tratar el agua y pasarla por las diferentes balsas que ocupan nueve hectáreas para después conducirla por los filtros de radiación solar.