Santa Pola contará a corto plazo con un paraje natural municipal para proteger el Cabo y la Sierra ya que el Consell abrirá hoy a exposición pública el proyecto con el que se logrará esta protección que alberga más de 1.300 hectáreas de monte público y terrenos privados. Para dar audiencia a las partes afectadas, el gobierno autonómico ha dado un plazo de 45 días, a contar desde hoy, para que los interesados puedan presentar sugerencias, observaciones o alegaciones contra este plan, tal y como se refleja en un edicto publicado ayer por la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural en el Diario Oficial de la Generalitat Valenciana (Dogv). Así las cosas, el Ayuntamiento también notificará durante estos días a los propietarios de las 161 hectáreas en terreno privado que estarían implicadas.

Este es uno de los últimos trámites antes de que el Consell apruebe finalmente el decreto. Después, el Consistorio contará con seis meses para convocar el Consejo de Participación del Paraje Natural, que estará conformado por miembros de la corporación municipal así como representantes del gobierno autonómico y también colectivos sociales para abordar la futura gestión de este enclave protegido, que en total alcanzaría las 1.464 hectáreas contando con los terrenos en monte público y privado.

Después de este paso la Administración local, que será la competente para determinar los usos del paraje, tendrá dos años de tope para redactar la ordenanza que gestione el paraje donde se marcará la hoja de ruta con los usos permitidos en el entorno, según indican desde la Concejalía de Sostenibilidad.

Será entonces cuando el equipo de gobierno del momento determinará las preferencias de protección del enclave, ya que podrían ordenarse de una manera más exhaustiva las temporadas de caza o limitarse la recolección de especies autóctonas, según han indicado durante este tiempo los técnicos municipales. Aún y así será el futuro consejo del Paraje Natural el órgano desde donde se tomarán las decisiones para regular la actividad cinegética o el ocio en la Sierra y el Cabo, así como atajar algunos frentes abiertos como la reducción del impacto de vehículos sobre el terreno.

Más autonomía

Con esta declaración, por primera vez la Sierra y el Cabo tendrán una figura de protección y el Ayuntamiento tendrá autonomía para tomar decisiones, al igual que la ciudadanía, que estará representada en este consejo y podrá decidir las actividades más convenientes para el sector. En la parte económica también saldrá beneficiada Santa Pola, ya que podrá optar a subvenciones para mejorar el entorno. Desde algunos colectivos ecologistas como la Asociación de Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (AHSA) aplauden esta nueva protección para el pulmón verde de la villa marinera, aunque consideran que para que esta declaración sea efectiva debería blindarse tanto la Sierra y el Cabo a la actividad cinegética. Insisten, además, en que el equipo de gobierno podría haber tomado más medidas para regular la caza cerca del entorno urbano, ya que los terrenos de monte público son de titularidad municipal, por lo que creen que deberían haber llegado a más acuerdos de gestión con la Conselleria de Medio Ambiente, sin tener necesariamente que esperar a esta declaración como paraje natural. En este sentido denuncian que la ley de caza queda obsoleta otorgando privilegios a los cazadores y que desde la administración autonómica se han puesto trabas a esta declaración «porque hubo un informe previo de la Dirección Territorial de Servicios Forestales contra esta figura de protección», indica Sergio Arroyo, portavoz del colectivo.

Desde Margalló Ecologistes en Acció también ven incompatible la caza con esta nueva protección ya que señalan que la Sierra y el Cabo se han convertido en puntos frecuentados a diario por senderistas, ciclistas o familias al completo que eligen los itinerarios santapoleros para el ocio.