Un teatro real únicamente en la red virtual de la Generalitat Valenciana. El «Chapí» echa raíces en Crevillent, a la espera de ser reconstruido, precisamente por la misma administración que presume de su existencia en la página web de Costa Blanca. Sin embargo, a pesar de que la infraestructura está paralizada por los recortes, el Consell difunde en Internet los atractivos del teatro como parte de la oferta cultural del municipio en la categoría de próximos eventos. Una publicación en la que se expone que el Teatro Chapí fue construido en el año 1917 y que tiene una capacidad para 662 personas.
Junto a este reclamo turístico, la página web ensalza la tradición musical de Crevillent, así como a las entidades musicales, de danza y muy especialmente corales «que tienen un gran arraigo y nivel artístico, concediéndoles un alto potencial como reclamo turístico».
Mientras, estas asociaciones esperan, precisamente, la construcción del Teatro Chapí para tener un lugar digno donde llevar a cabo sus actuaciones.
El alcalde de Crevillent, César Augusto Asencio, reclamó en junio a la Conselleria de Educación, Cultura y Deporte que cumpliera el convenio de construcción del Teatro Escuela Chapí. En este sentido, el Ayuntamiento firmó por aquellas fechas un decreto en el que requería a la Generalitat Valenciana que cumpliera y ejecutara el convenio firmado con el Ayuntamiento en 2005 para la construcción del teatro.
Hace nueve años, en 2005, el Ayuntamiento y la mercantil Construcciones e Infraestructuras Educativas de la Generalitat (CIEGASA) suscribían un convenio de colaboración mediante el cual el Ayuntamiento se comprometía a obtener los terrenos donde se construiría el teatro y la mercantil realizaba todas las actuaciones necesarias para la construcción del mismo.
Posteriormente, en marzo de 2007, se modificó el convenio cediendo gratuitamente el Ayuntamiento de Crevillent a la Generalitat la propiedad de la parcela . Y es que el edificio del viejo Teatro Chapí pasó a la historia en el año 2008 cuando se derribó para siempre.
Entonces, los crevillentinos esperaban que este querido proyecto pudiera ser una realidad en 2010. Pero, los recortes del Consell ante la crisis económica lo impidieron.
