Indignación, impotencia y rabia. Son las tres palabras que más repiten desde ayer en el sector de la hostelería y el ocio nocturno tras la entrada en vigor de las medidas adoptadas por la Conselleria de Sanidad, a instancias del gobierno central, para frenar la evolución de la pandemia y que estarán en vigor, al menos, 21 días. Entre las decisiones adoptadas está la suspensión de la actividad del ocio nocturno, discotecas y bares de copas; la prohibición de fumar en la calle, terrazas y playas si no se puede guardar la distancia interpersonal de dos metros y el cierre de todos los establecimientos de hostelería y restauración a la 1 de la madrugada. Medidas que supondrán pérdidas en esos sectores de más de 100 millones de euros en la provincia de Alicante, según el cálculo realizado por la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Alicante (APEHA).«No es la solución», resume Mar Valera, presidenta de APEHA. «Mi pregunta es, ¿el Covid entiende de horas? Es una medida absurda cuando, además, los mayores focos han sido en el ámbito familiar y ahora la gente se juntará aún más en viviendas, hará fiestas privadas y no se va a conseguir nada, solo fastidiar aún más al sector, que ya está muy tocado», se queja.
Los hosteleros y restauradores de la provincia coinciden en señalar la falta de consenso por parte de las administraciones con el sector a la hora de haber tomado estas decisiones, además de considerar que no había base científica para las mismas. «No han hablado con el sector y no hay estudios científicos que avalen esas medidas, los restaurantes somos sitios seguros a las cinco de la tarde y a la 1 de la madrugada; van dando palos de ciego en toda esta crisis», lamenta César Anca, de la Asociación de Restaurantes de Alicante (ARA), quien pone el foco en que «no sirve de nada que cerremos los hosteleros, pero no se controlen las fiestas privadas».
Otra de las consecuencias de la limitación horaria de bares y restaurantes y el cierre de discotecas y pubs será la pérdida de empleos «brutal», señalan los hosteleros. «Hay establecimientos de ocio que tienen un gran número de empleados que ahora peligran. Meterlos en un ERTE no es viable», indica Joaquín Guillamó, de la Asociación de Hostelería de Torrevieja y Comarca.
Para Fran Mora, presidente del Colectivo Hostelería Elche, las pérdidas en la localidad alcanzarán los 10 millones. «Como no baje la curva, después del ocio nocturno va la hostelería detrás, y muchos negocios no lo van a soportar», lamenta. Mora asume las nuevas medidas «con resignación» y plantea que tendrían que haberse tomado «por comunidades o provincias, en función de la incidencia de la pandemia, pero han decidido esta 'ley seca' para todos».
Manifestación
Quien se niega a resignarse es Javier del Castillo, de la Asociación de Bares, Restaurantes y Cafeterías de Benidorm (ABRECA). Recuerda que se ha convocado una manifestación en la ciudad este domingo en contra de estas medidas y anuncia que pedirán al gobierno central ayudas en los ERTES, una rebaja del IVA y ayudas en los alquileres, aparte de ayudas a autónomos y trabajadores. «El 50% de los establecimientos vamos a tener que cerrar, es una animalada», resalta, antes de añadir «¿quién va a venir a Benidorm si les dices que las discotecas, los bares y el ocio está cerrado? Nos van a pegar la puntilla y parece que la hostelería es la mala de todo y somos trabajadores que buscamos cumplir todas las leyes sanitarias», explica.
Desde el sector del ocio nocturno, el principal afectado por su cierre total, están planteando a los ayuntamientos la adopción de medidas para paliar esta situación dentro de sus competencias. Así, consistorios como los de Alicante, El Campello, San Vicente del Raspeig o Guardamar, estudian el ampliar las licencias de los pubs como cafetería y, de esta manera poder mantenerse abiertos, al menos hasta la 1 de la madrugada. Así lo aseguró ayer la Asociación de Locales de Restauración y Ocio de Alicante, ALROA. Así, los locales firmarían una declaración responsable durante un periodo transitorio que es el de duración de la medida de cierre total. «Es un apaño, pero nos ayuda a seguir», señala su presidente, Francisco Javier Galdeano.
Esta asociación acudirá al Tribunal Superior de Justicia para denunciar la reducción de horarios y el cierre del ocio nocturno «porque se sanciona al sector en Alicante sin ninguna justificación y que sea la justicia la que diga que tenemos que cerrar porque somos responsables de los brotes, que sabemos que no es así», zanja Galdeano, quien se pregunta «¿y no son de riesgo los autobuses, los trenes o los centros comerciales? Es muy fácil decir 'cierre del ocio nocturno'», critica.
