Jorge Rabasa continuará dirigiendo la Fiscalía de Alicante otros cinco años más. La fiscal general del Estado, Dolores Delgado, ha optado por la continuidad frente al cambio que suponía haber apostado por el otro aspirante a la jefatura, Felipe Briones, más próximo ideológicamente y quien, de entrada, se barajaba como primera opción.

No obstante, las posibilidades del delegado de la Fiscalía Anticorrupción en Alicante desde hace tres lustros se fueron diluyendo y, al término de la primera jornada de las dos que ha empleado el consejo fiscal para abordar los nombramientos en una veintena de jefaturas, entre ellas la de Alicante, ya estaba claro que Rabasa iba a ser la propuesta de Delgado al consejo de ministros para su nombramiento como fiscal jefe de Alicante.

Finalmente, Rabasa obtuvo siete votos, cinco de la conservadora asociación de fiscales y los dos de los vocales natos, el teniente fiscal del Supremo Luis Navajas y el jefe de la Inspección Fausto Cartagena. Briones solo ha contado con el apoyo de los cuatro miembros de la UPF (Unión Progresista de Fiscales).

Rabasa se presentaba a la reelección con el aval de la gestión de los seis años que lleva al frente del departamento, después de que la renovación se pospusiera por la interinidad del Gobierno primero y la crisis del coronavirus después, y respaldado por los informes que elogian su trabajo. Entre ellos, los de la Inspección, que constata el correcto funcionamiento del departamento, y el aportado por la jefa de la Fiscalía del Tribunal Superior, Teresa Gisbert, quien como superior inmediata de Rabasa estaba obligada a informar sobre él.

Entre otras virtudes, la fiscal superior de la Comunidad destacaba la capacidad de Rabasa para organizar el trabajo, sus conocimientos jurídicos y sus habilidades para las relaciones en una plantilla que supera el centenar del fiscales (101), lo que la convierten en la cuarta del país.

Gisbert pertenece como Briones a la Unión Progresista del Fiscales (UPF), colectivo cuyo secretariado acordó el apoyo en bloque a su asociado de quien la fiscal habría redactado otro informe del que el interesado no tiene constancia.

Rabasa no milita en ningún colectivo aunque el apoyo de la conservadora Asociación de Fiscales (AF) se daba por descontado.

En el proyecto de actuación que ha presentado para su reelección, Rabasa destacaba la necesidad de impulsar las secciones especializadas, sobre todo la de delitos económicos y cooperación internacional, de la que él se ocupó durante años, y el fomento de las conformidades (la admisión de los hechos por parte del acusado a cambio de una rebaja en la pena), tal como se comenzó a practicar en la Fiscalía de Elche y que, en su opinión, se ha hecho más necesario tras la parálisis por la pandemia. Una situación por la que considera imprescindible la unificación de los sistemas informáticos para facilitar el teletrabajo.

También ha resultado asignada la fical Maribel Medina, única candidata para dirigir la fiscalía de área de Benidorm y Dénia.

El consejo fiscal, órgano asesor de la fiscal general del Estado, lo forman doce miembros: nueve electos por las dos asociaciones y tres natos. En el actual hay cuatro por la UPF (Aurelio Blanco, Carlos García-Berro, Inés Herreros y Eduardo Navarro) y cinco por la AP (Concepción Talón, Juan Andrés Bermejo, Juan Francisco Rios, Rosario Lacasa y Rosa Rubio).

Los natos son el teniente fiscal del Supremo, Luis Navajas, cuya hija forma parte de la plantilla de Alicante desde hace años, y el jefe de la Inspección, Fausto Cartagena, además de la propia fiscal general, que tiene la última palabra.