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Las cancelaciones obligan a alquilar para larga temporada viviendas vacacionales

Las reservas para agosto apenas llegan al 30% en la provincia por las anulaciones, sobre todo de turistas extranjeros, tras los rebrotes del covid-19

Imagen del Casco Antiguo, donde hay numerosos apartamentos turísticos Alex Domínguez

El impacto de la crisis sanitaria en el alquiler turístico está siendo de tal calibre en la provincia de Alicante que promotores de bloques vacacionales y propietarios de apartamentos turísticos optan por la fórmula del arrendamiento de larga temporada para intentar salvar sus negocios. Tras un repunte en la segunda quincena de julio en las reservas, los brotes de covid-19 alarman al turismo internacional, que está cancelando masivamente para agosto. El mes vacacional por excelencia se queda en un 30% de reservas, es decir, que el 70% de la planta de apartamentos turísticos de la Costa Blanca sigue disponible (unas 40.000 viviendas), con variaciones por zonas pues este verano hay más demanda de ocupación en el interior y menos en la costa, y se buscan chalés y villas individuales en detrimento de los edificios de apartamentos.

La situación ha sacudido este mercado turístico, afectando a los precios. Según los datos que maneja la Asociación de Apartamentos Turísticos de la Costa Blanca (Aptur), este verano se están aplicando tarifas un 30% más económicas respecto a las que eran habituales en plena temporada alta.

«Había mejorado la situación en julio, con un porcentaje de ocupación entre el 36% y el 42% según las zonas para la segunda quincena, que seguía en agosto, pero el flujo de entrada de reservas se ha parado a raíz de las noticias de brotes. La gente se asusta», explica Miguel Ángel Sotillos, presidente de Aptur. La situación en Cataluña, con numerosos focos de coronavirus, está afectando negativamente a la Costa Blanca, señala Sotillos, en cuanto a las reservas desde el extranjero.

«La gente de fuera no sabe que Cataluña está a 500 kilómetros de la Costa Blanca, la situación nos afecta a todos. Llevamos 10 días con muchas cancelaciones para agosto, no tanto por el miedo a coger el virus como porque la gente teme el cierre de sus países y no poder entrar, y que tengan que quedarse confinados aquí».

El sector afronta los próximos meses con pocas expectativas ya que los clientes tienen las ventanas vacacionales sobre todo en verano. Solo quedarán puentes y fines de semana, aunque crecen las reservas para Navidad, que se acercan ya al 40%. «Las noticias sobre las vacunas pueden dar confianza y que el turismo suba, pero también tardará», cree Sotillos. En la provincia de Alicante hay 52.000 apartamentos dados de alta por Turisme, y en toda la Comunidad Valenciana 80.000.

Se siguen recibiendo llamadas y búsquedas a través de las páginas de internet de alquiler turístico más populares, y entran también algunas reservas a última hora, de turismo nacional, que varía sus planes en función de los lugares donde aparecen los brotes y que se decide a viajar con 48 horas de antelación. La clientela se interesa especialmente por las medidas contra el virus que se han tomado en las piscinas y playas en destino, sobre todo si son seguras, si lo es ir por la calle y en los locales de restauración.

Aunque las empresas que explotan viviendas turísticas siguen apostando por ellas, sobre todo en las localidades costeras, en la capital de la provincia se ha iniciado el pase a larga estancia de pisos que se dedicaban al turismo. «El covid-19 está obligando a cambiar la perspectiva de negocio de los apartamentos turísticos porque a muchos propietarios no les llega», señala el portavoz de la Asociación de Bloques y Viviendas de Uso Turístico de Alicante (Abatur), Daniel Elman, que habla de nuevos nichos de negocio.

Elman dirige a su vez la empresa MyFlats en Alicante, propietaria de alquileres vacacionales como los que próximamente se ofrecerán en dos bloques contiguos en la calle Bailén, recién restaurados para acoger 31 apartamentos turísticos.

En el caso de la capital de la provincia, donde hay unos 1.600 pisos vacacionales, la ocupación alcanza el 65% en algunos puntos, según Abatur, aunque también se están produciendo cancelaciones de reservas por los rebrotes, en contra de las previsiones iniciales de un aumento del turismo extranjero en agosto dado que ahora mismo el 90% es turista nacional.

Precisamente esta asociación incide en el aspecto positivo que supone, frente a la pérdida del cliente extranjero, el auge del cliente nacional que ha cambiado los hoteles por apartamentos turísticos. «Los consideran más seguros. Es un cambio positivo que no habíamos visto hasta ahora. La gente que entra se siente tranquila porque puede cocinar en su vivienda y no tiene que ir al bufé a comer con toda la incertidumbre. Asimismo, evita el contacto con las personas de limpieza como hay en los hoteles», explica Elman. «Para nuestro negocio, dentro de lo que hay, nos ayuda a difundir la seguridad sanitaria del negocio porque el cliente controla todos los aspectos de su estancia».

En la ciudad de Alicante existen unos 24 bloques de apartamentos turísticos completos, aparte de pisos vacacionales. Hay en marcha otros cinco proyectos, ahora a ralentí a causa de la emergencia sanitaria y económica, para habilitar nuevos apartamentos, ampliando la oferta para el turismo, en la Rambla, calle San Fernando, San Nicolás y Mayor.

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