Las autoescuelas de la provincia han retomado en la última semana su actividad con la entrada en la fase 2 de desescalada después de casi tres meses paralizadas a causa de la epidemia por coronavirus. A partir de hoy se retoman los exámenes para el teórico y en los próximos días se iniciarán las pruebas prácticas, mientras que esta pasada semana ya pudieron examinarse aquellos usuarios que habían perdido la vigencia del permiso de conducir y quiénes necesitan obtener la autorización especial para transporte de mercancías peligrosas. Para compensar la pérdida económica de las autoescuelas y para dar salida a los más de 900 exámenes que se quedaron pendientes antes de entrar en vigor el decreto, la DGT ha anunciado a los centros de preparación que este año habrán pruebas tanto teóricas como prácticas durante toda la temporada estival. Por ello la imagen será totalmente inusual ya que las autoescuelas no tendrán por qué echar el cierre en agosto. Esta medida la apoyan desde el sector para recuperar el tiempo perdido y dar la opción a los miles de estudiantes de poder sacarse el carnet antes de septiembre.
Muchos de los aspirantes se empezaron a preparar antes del confinamiento y sólo les quedaba el consuelo de estudiar por la vía online, aunque quiénes ya empezaron las prácticas y han sufrido este parón ahora vuelven más recelosos porque hicieron una inversión y ahora tendrán que volver a refrescar todos los conocimientos en carretera. Según Vidal Ocaña, presidente de la asociación de autoescuelas de Elche, la apertura de los centros ha sido muy tranquila ya que se ha cambiado por completo el ciclo y «hay un bajón. Creemos que volverán a su cauce las aguas pero es posible que hayan atrasos después», teniendo en cuenta que el grueso de estudiantes están preparando los exámenes finales del instituto o las pruebas de acceso a la universidad, que serán en julio, como le ocurre a Francisco Tarí, que temía que no pudiese hacer prácticas antes de empezar el grado, si aprueba.
Protocolos de seguridad e higiene
Las autoescuelas han tenido también que establecer protocolos de seguridad e higiene. Los espacios de las aulas están limitados y los ordenadores tienen que higienizarse tras el uso de cada usuario. Cuando entran al vehículo deben llevar guantes, mascarilla y el profesor debe limpiar todos los mandos del interior que vayan a tocar los alumnos. Por ello, los centros están potenciando que las clases sean dobles para agilizar las prácticas y no duplicar esfuerzos. «Teníamos miedo por no saber cómo respondería la gente, no notamos que se haya roto la demanda y el nivel de matriculación es similar al de otros años». Estas son las impresiones de Maria Jesús Arques, gerente de la autoescuela Florida de Alicante, donde ya han introducido a la mitad de la plantilla. Esperan que la actividad se normalice para que el resto del profesorado ocupe pronto sus puestos y por ello entiende que es imprescindible que puedan trabajar en agosto para cubrir gastos.
Manuel Lorente, de la autoescuela Pausa, califica de «muy floja» la reapertura en fase 2. Vaticina que la recuperación será muy lenta y asegura que han decaído los ánimos entre los alumnos, que ahora se piensan mucho más dar el paso de sacarse el carnet ya que muchos no tienen solvencia económica y dependen de las circunstancias familiares, que se han resentido con la crisis sanitaria. Según Lorente la carga de trabajo es menor pero con las distancias que deben mantenerse sólo tienen capacidad para unos ocho alumnos, por lo que han tenido que doblar turnos. Virginia Catarí, de la autoescuela Bugatti de Elche, señala que se va recuperando la actividad para la preparación teórica pero tienen bastantes huecos libres para las prácticas, aunque confían en que aumenten los alumnos «porque en temporada estival tendrán más tiempo para consultar precios y animarse», expone.
Protocolo en las pruebas
La DGT aplicará para las pruebas un plan de contingencia por el que la capacidad de las aulas se reducirá para guardar la distancia social, por lo que podrían aumentar las convocatorias. Los aspirantes deberán llevar mascarillas y guantes, los mismos EPI's que serán imprescindibles para presentarse al examen en circuito abierto. Solo podrá ir en el vehículo el alumno, el profesor y el examinador detrás, que podrá evaluar a un cupo de 10 alumnos por día y no 12 como habitualmente. La prueba no tendrá duración mínima si no que se interrumpirá al acumular las faltas leves o se produzca una grave.
