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La brecha digital empuja a los alumnos a apuntarse a las academias online para preparar la Selectividad

Estudiantes de 2º de bachiller aseguran que sin este refuerzo sería «imposible» afrontar la PAU con garantías. «Algunos profesores suben ejercicios sin explicarlos o no saben dar clases por internet»

Estudiantes realizan el examen de Selectividad, el año pasado, en la UA. PILAR CORTÉS

La brecha digital que afecta a estudiantes y profesores está generando que haya alumnos que busquen un refuerzo privado para poder aprobar el curso. La situación más crítica la están sufriendo los alumnos de 2º de bachiller, con un confinamiento en pleno ecuador del curso más importante de su etapa estudiantil y condenados a enfrentarse a la Selectividad sin pisar un aula en meses. Unos se han visto obligados a acudir a centros de repaso mientras otros han retomado el refuerzo vía online durante la cuarentena para poder hacer la PAU.

La escasez de recursos informáticos en ciertas familias, la poca preparación de algunos docentes para impartir materia por internet y un modelo de examen de acceso a la Universidad algo más «asequible» han provocado que las academias hayan sufrido un repunte de usuarios durante estas últimas semanas. Sin embargo, más allá de la denominada brecha digital, existen testimonios de alumnos que se han tenido que acudir a estos centros porque «hay profesores que se limitan a subir los ejercicios y no los explican».

Es el caso de una chica que estudia 2º de bachillerato en un instituto público de la playa de San Juan. «Tuve que apuntarme a una academia porque tengo varios profesores que no imparten materia, tan solo envían los apuntes sin explicarlos y se dedican a corregir ejercicios sin dar clase», afirma la alumna afectada. La joven asegura que llegó a sacar un cero en un control de química y, tras enviarle un correo al docente para pedirle que explicara la materia, no recibió respuesta. «Sin este refuerzo sería casi imposible porque apenas estoy dando clases de matemáticas y química, dos asignaturas importantes en Selectividad», recuerda. Además, la propia alumna cuenta que hay profesores que mandan «un montón de ejercicios» y no dan clase porque «carecen de recursos informáticos o preparación para impartir clases online».

Otro ejemplo similar es la experiencia que cuenta otro alumno de un colegio concertado de Alicante. Decidió seguir en la academia vía online porque apenas se ha conectado con los profesores para dar clase. «Hemos funcionado con correos electrónicos y con alguna videollamada, pero no nos explican la materia», sostiene este alumno de bachiller.

Son varios los testimonios de estudiantes y profesores de centros de refuerzo que confirman que la brecha digital por falta de medios informáticos tanto de los docente como del alumnado está suponiendo un problema para prepararse la Selectividad.

Nervios y frustración

Además, la poca predisposición que demuestran algunos profesionales de centros públicos y privados también genera nerviosismo y frustración al colectivo que encara la PAU. «Hay muchas familias de compañeros que han tenido problemas para conectarse o que solo disponían de un ordenador en casa», cuenta otro alumno de un instituto público de la playa de San Juan. Él también ha tenido que seguir en la academia durante el confinamiento porque muchos profesores «no se han adaptado» a las clases por internet. «Si los institutos públicos tuvieran los mismos recursos que los privados no habría brecha digital», considera.

Respecto a las academias, una ubicada en un centro comercial en el Cabo de las Huertas ha mantenido la actividad online, incluso con usuarios nuevos. Sus trabajadores confirman que este escenario está suponiendo «un calvario» para los estudiantes. «Hay alumnos que lo han pasado fatal, muchas personas no están informatizadas, hay profesores de centros públicos y privados que ponen las tareas y se despreocupan; otros sí han estado al pie del cañón», explica Ana Fernández, profesora de Lengua y Literatura de dicha academia. La docente asegura, respecto a la falta de recursos informáticos, que en una ocasión tuvo que abandonar su clase online para seguir en contacto con su alumno a través del móvil.

Además, los trabajadores de la academia ponen el foco en la «importante» carga de trabajo que soportan los alumnos con un menor seguimiento de algunos docentes de los institutos.

«Un desastre»

El nuevo modelo de Selectividad se trata de un examen más «asequible» por las circunstancias. Eso ha favorecido que alumnos hayan retomado las clases online con las academias para intentar salvar el curso y hacer la prueba. «Considero que habrá notas altas pero también puede que haya estudiantes de un nivel más justo que no vaya bien preparados al control», reflexiona Ángel Cuesta, profesor de Matemáticas y Física y Química de la misma academia. También hay voces muy críticas con el actual sistema y como se ha enfocado la enseñanza online. «Ha sido un desastre, la materia que se ha dado se ha enseñado mal porque no por mandar mucho trabajo se aprende mejor, todo para que los resultados no sean malos», dice el dueño de otra academia.

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