Los médicos de familia están detectando estos días un aumento en las peticiones de bajas laborales por parte de trabajadores que sufren determinadas enfermedades crónicas y a los que sus empresas no pueden asegurar una protección que evite el contacto o no pueden reubicar en otro puesto exento de riesgo de contraer el coronavirus.
«Son las 9.30 de la mañana y ya he atendido a tres pacientes por esta situación», señalaba ayer María Ángeles Medina, presidenta de la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar y Comunitaria y médico de familia en el departamento de Elche Crevillent.
Una situación que se viene repitiendo desde la semana pasada en otros centros de salud con los que ha contactado este diario. Y es que la vuelta al trabajo para determinados sectores productivos está provocando miedo en aquellos trabajadores más vulnerables a la infección por Covid-19.
Estos grupos de riesgo son las embarazadas, los mayores de 60 años y los pacientes que sufren diabetes, enfermedad cardiovascular, incluida hipertensión, enfermedad hepática, pulmonar o renal crónica, inmunodeficiencia y cáncer en fase de tratamiento activo.
Los médicos de familia recuerdan que, según las instrucciones del Ministerio de Sanidad, para poder dar la baja en estas circunstancias, el trabajador debe acudir previamente al servicio de prevención de riesgos laborales de su empresa, que será el que emita un informe acreditativo para la gestión de la baja laboral por el médico de atención primaria.
María Ángeles Medina lamentaba ayer que estas instrucciones del ministerio fueron publicadas el fin de semana «por lo que muchas empresas y trabajadores desconocen qué trámites seguir». Una situación que se traduce en más burocracia en las consultas de los médicos de familia, ya de por sí desbordadas por el seguimiento de los enfermos de Covid que permanecen en sus domicilios y que son seguidos desde su centro de salud.
Médicos de familia del departamento del Hospital General de Elche también han notado un repunte en la petición de bajas por parte de población de riesgo. Sin embargo, aseguran que se están derivando a los servicios de prevención de riesgos laborales de sus respectivas empresas, para que sean ellos quienes decidan si deben o no incorporarse a trabajar.
