La crisis sanitaria por la pandemia del coronavirus obligó a suspender la Semana Santa en toda España, también en Alicante, pero no impidió que la hermandad de Santa Cruz se dejara ver en su día.

Las calles del barrio de Santa Cruz, vacías en Miércoles Santo

Las calles del barrio de Santa Cruz, vacías en Miércoles Santo

Este Miércoles Santo no se pudo celebrar la procesión más emblemática de la ciudad, y también la más multitudinaria, pero los miembros de la hermandad quisieron decorar sus balcones por toda la ciudad con las tradicionales vestas negras que tendrían que haber lucido ayer por la capital alicantina. Especialmente, se engalanaron balcones del barrio, que ayer no vieron bajar ni subir por sus empinadas calles los cuatro pasos de la hermandad: Cristo Cautivo, Cristo de la Fe, Virgen de los Dolores y el Descendimiento.

Así lo explicaba Moncho Riquelme, hermano Mayor Cofrade. «Se han engalanando los balcones, tanto de Santa Cruz como de otros puntos de la ciudad con las vestas de la hermandad, además de con las tradicionales banderas de Alicante, la Comunidad Valenciana y España. Queremos que Santa Cruz siga hoy [por ayer] vivo pese a la suspensión de la Semana Santa. También hay vecinos que han colocado figuras, capuchinos e incluso una réplica del arranque de la procesión en la calle San Rafael», relató el responsable de la hermandad, quien admitió que los miembros estaban sufriendo «vacío y desolación».

Riquelme recordó que la última incidencia les remonta al año 2012, cuando tuvieron que volverse a la ermita por la intensa lluvia. «La procesión la forman unas 3.000 personas, entre hermanos, costaleros, músicos, mujeres de mantilla... Es especialmente triste porque este año celebrábamos el 75 aniversario de la refundación de la hermandad y el 25 aniversario del Cristo Cautivo», añadió el hermano Mayor.