Con aplausos y vitoreados. Así recibieron ayer los internos de la cárcel de Villena a los efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) que realizaron labores de desinfección en este centro penitenciario para prevenir contagios con el temido coronavirus, que ya ha causado la muerte a un funcionario de la cárcel de Alicante.

La UME pospuso para hoy la desinfección en la prisión de Fontcalent al no poder llevarla a cabo ayer tarde por falta de tiempo, ya que la unidad está actuando además en geriátricos y otras instalaciones de la provincia.

Sindicatos y asociaciones de trabajadores penitenciarios, así como los propios centros de Fontcalent y Villena, habían solicitado a la Subdelegación del Gobierno la presencia de la UME en ambas prisiones ante el peligro que supondría que el Covid-19 se propague a la población reclusa y a los trabajadores.

Además de esta medida preventiva, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias anunció ayer que ha remitido a los centros penitenciarios 205 terminales de telefonía móvil, varios de ellos a las prisiones alicantinas, para paliar la restricción de las comunicaciones entre reclusos y sus familiares por el estado de Alarma.

Los teléfonos son smartphone con los que los internos que lo soliciten podrán comunicar mediante videollamada con sus familias o sus letrados. Para ello se ha establecido un protocolo sobre su uso y serán los directores quienes ordenen su uso bajo unas medidas higiénicas que eviten posibles contagios.

Las videollamadas tendrán una duración de de 10 minutos y aunque se realizarán en espacios donde se garantice la intimidad y la seguridad de la comunicación habrá un funcionario controlando visualmente a los internos para evitar su uso inadecuado, como la toma de fotografías, según Instituciones Penitenciarias.

Además de este nuevo servicio de videollamadas, tras la suspensión de las comunicaciones como mecanismo de protección contra el Covid-19 ya se acordó que los presos pudieran realizar 15 llamadas en vez de ocho y a los internos sin recursos se les permite llamar de forma gratuita.

El temor a contagiarse con el coronavirus ha causado desde el inicio del estado de alarma momentos de tensión en Fontcalent. Algún interno ha reclamado, a través de allegados, que se les dote a ellos de mascarillas y otras medidas de protección como a los funcionarios, ya que se las están fabricando ellos mismos con cordones de calzado y trozos de ropa.

Cerca de 800 nuevas sanciones

Por otro lado, la Policía Nacional y la Guardia Civil sancionaron el lunes a 770 personas en la provincia por no respetar el confinamiento. La Policía Local de Alicante, por su parte, impuso 33 sanciones el lunes y acumula ya 800 desde el inicio de la alarma. Además detectaron seis obras de reforma ilegales en viviendas de Alicante e identificaron a más de 40 dueños de perros para controlar el tiempo de los paseos, pero ninguno fue sancionado.