Minimizar el impacto que puede tener la posible aparición de un caso de coronavirus. Este es el objetivo con el que están trabajando estos días los hospitales de la provincia, que ultiman a marchas forzadas sus protocolos para actuar en caso de que llegue a Urgencias un paciente sospechoso de sufrir esta enfermedad, que en China ya ha causado la muerte de 106 personas e infectado a otras 4.500. Además, ayer se confirmó el primer contagio por coronavirus en Europa, en concreto en Alemania.

En hospitales como el de Sant Joan ayer se perfilaban todos los detalles para que nada quede al azar. El servicio de Medicina Preventiva de este centro ya ha previsto el recorrido que seguiría por el área de Urgencias y de ahí a la planta de hospitalización un paciente sospechoso de sufrir coronavirus. El centro ya dispone de un box en Urgencias y de una habitación con presión negativa, es decir que el aire del interior no puede salir, disponibles por si hay que aislar a alguna a persona. También tienen preparados los trajes de protección individual impermeables, las gafas y las mascarillas para evitar contagios entre el personal sanitario. «Sabemos que el virus se contagia por gotas al hablar o toser a menos de dos metros y por contacto directo, por eso es esencial tomar precauciones, sobre todo cubriéndose los ojos y la boca», explica Teresa Gea, responsable del servicio de Medicina Preventiva del Hospital de Sant Joan. El protocolo que se ha puesto en marcha para el coronavirus es muy similar a los que ya se han utilizado para otros coronavirus, como el Sars del año 2003 o el del ébola «aunque las medidas contra esta enfermedad fueron mucho más drásticas, ya que había riesgo de que el paciente vomitase y tuviera hemorragias y el riesgo de contagio era mayor», señala Gea.

Este centro sanitario tiene diseñada una hoja para distribuir al personal en la que se detalla cómo debe ponerse el traje de protección y cómo debe retirarse «siempre al contrario de cómo se ha puesto», sostiene María José Corrales, médico del servicio de Medicina Preventiva. Un compañero es el encargado de ir leyendo una lista de pasos para verificar que no se comete ningún fallo en la labor de vestirse y desvestirse y los desechos que se generen recibirán un tratamiento especial.

Las medidas se pondrán en marcha en caso de que llegue un enfermo con fiebre y síntomas respiratorios que haya viajado a la zona de Wuhan, lugar de origen del brote, en los 14 días previos al inicio de los síntomas o que haya estado en contacto estrecho con un caso confirmado de la enfermedad también dos semanas antes de que aparecieran los síntomas.

Ante la sospecha de que se trate de un caso de coronavirus, el personal de Urgencias deberá tomar muestras de sangre y de secreciones respiratorias, que serán enviadas a Madrid, al Centro Nacional de Microbiología, para su análisis.

El Ministerio de Sanidad lanzó ayer nuevas recomendaciones, que afectan a la donación de sangre, que deberá posponerse hasta 21 días y de órganos y tejidos hasta 28 días tras la última exposición de riesgo, que consiste en haber tenido contacto con un afectado por coronavirus o volver de la provincia china de Hubei.

Gea y Corrales recuerdan que el riesgo de que se detecte un caso de coronavirus en España es bajo, «aunque hay que mantener la cautela porque no sabemos cómo se va a comportar el virus y la información que nos llega va cambiando constantemente».

Lo que por el momento se sabe de este coronavirus «es que por cada paciente afectado se contagian en torno a dos personas, parecido a la gripe común, y que las personas fallecidas eran mayores o con enfermedades previas». Una de las calves, coinciden ambas profesionales, es determinar cuál es el periodo de contagio de este nuevo virus, ya que «parece que podría transmitirse antes de dar síntomas».

La detección de 2 casos del virus chino en Torrevieja acaba en falsa alarma

Una islandesa y su pareja habían viajado por Asia, pero no habían ido a la región origen del peligroso microorganismo

El Hospital de Torrevieja ha descartado un posible caso de coronavirus en una turista islandesa que estaba ingresada, junto a su pareja, desde el lunes por la noche. El caso «no cumple los criterios epidemiológicos como para ser considerado un caso de coronavirus al cien por cien» y la alerta se ha desactivado sin esperar a los resultados de los análisis enviados al Instituto Carlos III de Madrid, señalaron desde el centro. La subdirectora general de Epidemiología de la Conselleria de Sanidad, Hermelinda Vanaclocha, defendió ayer la actuación de los responsables sanitarios del Hospital de Torrevieja.

La alerta se desactivó ayer por la mañana al comprobar que la turista islandesa ni siquiera había viajado a la zona afectada de China en su viaje por varios países asiáticos. Vanaclocha defendió que el jefe de guardia «hizo lo que tenía que hacer» porque había una sospecha: «Si es una persona con síntomas y que parece que ha venido de China, nuestra obligación es activar el protocolo». «Si hay una posibilidad por pequeña que sea a la persona se le pone una mascarilla y se la aísla en una habitación y mientras empezamos a hacer investigación a nivel de salud pública para ver si es un caso o no», añadió.

El problema, según la responsable de Sanidad, ha estado en la barrera idiomática ya que ni la paciente (una mujer islandesa de 66 años) ni su pareja hablaban «ni español, ni inglés ni francés. (A los profesionales) les pareció entender que habían estado en China pero no han estado ni en Wuhan ni en su provincia, por lo que se ha desactivado el protocolo» al ser esta una de las condiciones para ser considerado como casos sospechoso. Según Vanaclocha, más allá de esta alerta, que ha resultado falsa, no se ha producido ningún otro episodio de importancia pero, si lo hubiera, «los hospitales valencianos están preparadísimos».

Por otro lado, la comunidad china en Elche ha decidido suspender las celebraciones del año nuevo chino por la crisis sanitaria del coronavirus. La representante de la comunidad china, Lili Pan, han explicado que «debido a la crisis sanitaria no estamos con ánimo para llevar a cabo las celebraciones, que hemos aplazado para finales de abril».